Opinión

El necesario “café” antes de “invertir”

Nunca se han puesto a pensar por qué en una oficina de inversiones siempre se ofrece “café” por encima de otras bebidas? ¿Por qué no es común que los

reciban, por ejemplo, con un jugo de naranja?, es habitual, cuando queremos desarrollar una charla, proponer “tomarnos un café”. Existen talleres referidos a protocolos de negociación en los que, por ejemplo, se definen los momentos mas propicios durante una conversación de negocios para tocar los “temas sensibles”.

En el mundo comercial, el café previo a una conversación de negocios es un medio para relajar el entorno de negociación, intercambiar ideas y sobre todo perspectivas de inversión, así como expectativas de retorno. Recuerden que hablar de dinero siempre es emocionalmente desafiante y el café ayuda a reducir la ansiedad y generar un clima de calma, propicio para tomar decisiones racionales y objetivas.

Al hablar sobre inversiones, como ya he comentado en otras columnas, más que el producto y la rentabilidad, es determinante el perfil de riesgo y el objetivo de la inversión. A menudo me encuentro con inversionistas que invierten, por ejemplo, en productos financieros a 5 años; sin embargo, esperaban recuperar su inversión en 12 meses, sin duda el riesgo es que la volatilidad propia del producto pueda generar que, una cancelación de la inversión antes de tiempo pueda generar una pérdida sobre el capital.

Otro caso, especialmente en el Perú es que existen inversionistas “rentistas”, es decir que requieren sus ganancias en forma periódica para vivir, que optan por invertir en productos de capital, como acciones o certificados de partici- pación en fondos, que distribuyen dividendos; sin embargo, lo que no toman en cuenta es que, si el producto no genera utilidades, lo cual puede pasar en algún ejercicio, no recibirán la renta que esperan.

Por esta razón es vital alinear las necesidades de retorno y la forma de pago con el tipo del producto. Para el caso de inversionistas rentistas un instru- mento de deuda como un bono o un mutuo sería el que genere un retorno fijo como una tasa de interés, además de pactar un plazo prudente, es quizás lo más recomendable.

Un inversionista debe entender, durante el “café para invertir”, las características del producto; cómo y en qué se invierte, cómo se sale y cuál es el plazo de permanencia, cuáles son los riesgos y derechos que le asisten, quién es el responsable de la administración y cuál es su experiencia, qué garantías existen. Durante el “café para invertir”, la solvencia en las respuestas; además de los sustentos que acompañen a esas respuestas, será el principal generador de confianza para el inversionista.

Disfrute un buen café, reciba información valiosa y decida en función a su tolerancia al riesgo y necesidades de retorno. El café es el medio para invertir tiempo en escuchar una propuesta que puede ser interesante, no es el fin de dicha inversión.

(*) Gerente General de BLANCO Sociedad Administradora de Fondos S.A.C. y miembro del Directorio de la UPAL. Es Contador Público Colegiado y Más- ter en Banca y Finanzas

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