La lluvia de misiles lanzada por Irán contra Israel el último martes, la denominada operación ‘Verdadera Promesa II’, podría ser el inicio de una serie de ataques cada vez más violentos, pues los iraníes amenazan con aplastar la nación israelí.
Así lo afirmó el presidente de la República Islámica de Irán, Masud Pezeshkian, quien destacó el ataque. “Hemos demostrado que no bromeamos con nadie sobre el honor y el orgullo de la nación iraní, y si el régimen sionista quiere cometer un error, recibirá una respuesta mucho más aplastante”, sostuvo ayer durante la reunión de su Gabinete en Teherán.
“Esta honorable operación, que una vez más mostró el orgullo nacional de los iraníes al mundo, se realizó de acuerdo con las reglas internacionales y en respuesta al crimen de este régimen a la hora de asesinar al mártir Haniya en nuestro país, así como al martirio de Seyed Hasán Nasralá y varios comandantes de la Resistencia”, indicó al destacar que la operación demostró que el “domo de hierro” es “más frágil que el cristal”.
Por su parte, el ministro iraní de Defensa, Aziz Nasirzade, destacó que la operación se llevó a cabo con más del 90 % de éxito. Refirió que, no había ningún sitio civil entre los objetivos y tres bases militares y una base de inteligencia del régimen israelí fueron atacadas.
Además, el representante de Irán ante Naciones Unidas, Saeed Iravani, aseguró ante el Consejo de Seguridad de la ONU que el ataque con misiles contra Israel en represalia por la muerte de los líderes del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y del partido-milicia chií Hezbolá ha sido “proporcionado”.
