Derrotado por no poder lograr la hazaña con Alianza Lima, Paolo Guerrero se arrojó de espaldas sobre la cancha y se cubrió el rostro con el brazo tras escuchar el pitazo final del árbitro en el estadio Alejandro Villanueva. El goleador histórico estuvo así durante varios minutos. Luego se sentó y tenía la mirada perdida. Los jugadores cusqueños se acercaron a consolarlo.
Durante los 90 minutos, el “Depredador” estuvo poco preciso de cara al arco rival. Tuvo algunas chances de gol que no llegó a concretar y su falta de definición terminó por costarle caro al cuadro del DT Mariano Soso. Fue por eso que los hinchas muy enojados pidieron su salida del equipo. “¡Que se vaya Bruno Marioni, que se vaya Paolo! ¡Guerrero, jubílate!”, gritaron en las afueras de Matute.
“Paolo Guerrero forzó su fichaje por Alianza Lima solo para ver a Universitario ser campeón en su centenario”, “Mandó al descenso a la César Vallejo y ahora perdió con Cusco FC”, fueron algunos de los comentarios en la red social X.
