
El ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero Campos, expresó su preocupación por el uso reiterado de las interpelaciones por parte del Congreso de la República, señalando que este mecanismo está afectando el avance de los proyectos del Ejecutivo.
Según Manero, “una interpelación nos distrae dos semanas prácticamente”, debido a la preparación y coordinación que requiere, lo que, en su opinión, complica el desarrollo del país.
El ministro también destacó que actualmente cinco miembros del gabinete enfrentan procesos de interpelación promovidos por diversas bancadas, lo que refleja las tensiones políticas entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Manero sugirió que se podría recurrir a mecanismos menos formales, como las estaciones de preguntas, que eran más comunes en el pasado.
Por su parte, el ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, Daniel Maurate, también expresó su desacuerdo con la constante interpelación y rotación de ministros.
“Eso afecta, por supuesto, los programas y las intervenciones del Estado”, declaró Maurate, subrayando el impacto negativo que estas prácticas tienen en la continuidad de las políticas públicas.