Mila

La publicidad recibida por el indignante y muy penoso caso de la niñita de 11 años Mila violada desde los 7 años por su padrastro y sus tíos – todos ellos transitando libremente por las calles de Iquitos – y que luego de quedar en estado de gestación no fue atendida para un indispensable aborto terapéutico, ha puesto sobre el tapete una vez más, las gravísimas deficiencias y la corrupción existentes en el Poder Judicial respecto del cual requerimos acciones radicales y definitorias para terminar con tanta lacra y tanta ignominia

. Los delincuentes avezados en el Perú juegan siempre a la coima y a la prescripción. Según el Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público, entre el 2017 y el 2022 se registraron 25 mil denuncias de abuso sexual contra niñas y niños de las cuales solo 155 fueron judicializadas.

Por eso es perfectamente previsible que la publicidad recibida por el caso de Mila ,que ha levantado tanta y justificada polvareda, se convierta en flor de un día: los mismos fiscales y jueces corruptos seguirán haciendo la vista gorda frente a este tema que, dicho sea de paso, requiere de una urgente modificación de nuestras leyes para ampliar las penas, extender los plazos de prescripción e instaurar la castración química porque estos degenerados no son regenerables en su inmensa mayoría y constituyen una permanente amenaza para nuestra sociedad.

El desamparo de nuestra niñez – el futuro del Perú como cacarean muchos políticos que no hacen nada para apoyarla- es realmente pavoroso. A la impunidad manifiesta de la que goza la mayor de los monstruos que abusan de los niños, se suman cifras como el altísimo índice de anemia infantil pese a que existen presupuestos nacional y regionales no ejecutados; la existencia de, por lo menos, un 50% de escuelas del Estado carentes de agua y desagüe; la ausencia de actualización y la politización de un alto porcentaje de profesores y la carencia de un plan nacional efectivo y permanente que realmente sirva para orientar a los padres de familia sobre como educar a sus hijos y que dé un apoyo preventivo para que no ocurran las monstruosidades que ahora se registran, como que cada hora, dos niñas son violadas en el país. Sí, cada hora.

He aquí una gran batalla que realmente debemos librar por el porvenir de nuestros niños que es, lo sabemos, el futuro de nuestra patria. Con firmeza, constancia y mucho amor por los pequeños.

(*) Presidente de Perú Acción Presidente del Consejo por la Paz

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