Más de 530 mil refugiados en Perú construyen futuro y demuestran su aporte al país

En el marco del Día Mundial del Refugiado, Nancy Arellano, directora de Proyectos de Integración de CEDRO, hizo un llamado a transformar la percepción sobre las personas refugiadas y solicitantes de asilo en el Perú, destacando su resiliencia y su contribución activa al desarrollo nacional. “En el Perú viven más de 530,000 personas que necesitan protección internacional, la mayoría de Venezuela, según cifras de ACNUR y la plataforma R4V”, afirmó Arellano. “Son personas que no se definen por lo que han perdido, sino por su inmensa capacidad de reconstruir y aportar al país que les acoge. Lejos de representar una carga, son agentes activos del desarrollo y es algo que demuestra la evidencia”.
El impacto económico es una prueba contundente. “Integrar a los refugiados no solo es justo, es una decisión estratégica e inteligente” señaló. Un estudio reciente de la OIM revela que la población refugiada y migrante venezolana inyectó más de 530 millones de dólares a la economía peruana, lo que equivale al 1.35% de los ingresos fiscales nacionales. Y esto no es una anomalía; la evidencia global, como la de ‘New American Economy’, muestra que los refugiados a menudo tienen tasas de emprendimiento más altas que la población local. No buscan caridad, buscan oportunidades.
A pesar de las barreras como la informalidad o la dificultad para validar títulos, 8 de cada 10 refugiados en edad laboral están trabajando. Lideran emprendimientos y se integran en sectores clave como el comercio, la gastronomía y los servicios, enriqueciendo el tejido social y cultural del país.
Arellano también abordó directamente las narrativas que vinculan a los refugiados con la inseguridad. “Debemos combatir con firmeza la desinformación. Es una narrativa falsa y peligrosa. Múltiples estudios internacionales en países de acogida demuestran consistentemente que las poblaciones refugiadas no solo no aumentan el crimen, sino que a menudo presentan tasas de criminalidad inferiores a las de la población nativa. La verdadera amenaza a la convivencia es la desinformación, no las personas que huyen para salvar sus vidas”, declaró.
Perú se ha convertido en uno de los principales países de acogida en América Latina. Según ACNUR, de los más de 7,7 millones de venezolanos desplazados en el mundo, casi el 10 % ha buscado protección en el Perú, lo que posiciona al país como un actor clave en la respuesta humanitaria regional.
Para Arellano, esto refuerza la importancia del marco legal. “El Perú, al proteger a quienes lo necesitan, cumple con el derecho internacional que ha suscrito, como la Convención de 1951 y su propia Ley del Refugiado. Fortalecer nuestras políticas de integración es una muestra de la fortaleza de nuestra democracia y la credibilidad de nuestras instituciones ante el mundo”, añadió.
La situación regional, con más de 20 millones de personas desplazadas por causas forzadas en América Latina según R4V , exige una respuesta coordinada y mayor cooperación internacional, incluida la Sur-Sur, para que países como Perú puedan garantizar derechos y construir comunidades resilientes.
El llamado en este Día Mundial del Refugiado es a transformar la solidaridad en acciones concretas:
- A las autoridades: Para fortalecer políticas públicas que sean inclusivas y sostenibles y que se comprenda la transversalidad del enfoque en materia de migración y refugio.
- A la ciudadanía: Para combatir activamente la desinformación y promover la convivencia pacífica.
- A los medios de comunicación: Para visibilizar las miles de historias de superación, aporte y esperanza que desmienten los prejuicios.
Desde CEDRO, estamos convencidos de que cada persona que ha sido forzado a salir, lleva consigo una historia y un potencial que no podemos darnos el lujo de desperdiciar porque termina revelando más sobre nosotros mismos que sobre el otro y porque nuestras sociedades, aún jóvenes, requieren de talentos para construir soluciones a los problemas comunes. Este día es una oportunidad para reafirmar nuestro compromiso con la humanidad y actuar con la visión estratégica que el momento y la historia nos exige.