
En los últimos años, los ataques cibernéticos a instituciones financieras se han vuelto cada vez más frecuentes y sofisticados, afectando gravemente la seguridad y confianza en dicho sector a nivel mundial. En Perú, las instituciones bancarias enfrentan constantes amenazas de hackers que buscan vulnerar sus sistemas, ya sea para obtener información sensible o para interrumpir sus servicios.
Esta última semana, el ataque cibernético a Interbank generó gran preocupación en el sector y subrayó la necesidad de reforzar la ciberseguridad en las entidades financieras peruanas.
El caso de Interbank fue particularmente alarmante porque evidenció la complejidad y persistencia de los ataques dirigidos a bancos. Es posible que haya sido realizado a través de una combinación de técnicas avanzadas, como el uso de “ransomware”, el robo de credenciales y la explotación de vulnerabilidades en los sistemas internos del banco.
Los ciberdelincuentes lograron acceder a información confidencial de algunos clientes y las exhibieron buscando extorsionar al banco y, en consecuencia, bloquearon temporalmente el acceso a ciertas plataformas digitales del banco, afectando a miles de usuarios en todo el país. El incidente puso de manifiesto oportunidades de mejora en la preparación y respuesta ante ciberataques en algunas instituciones bancarias en Perú.
A pesar de que Interbank implementó protocolos de emergencia para mitigar el impacto y logró restaurar sus servicios en poco tiempo, el ataque causó alarma entre los clientes y reveló que los sistemas de seguridad en el sector financiero deben actualizarse constantemente para enfrentar amenazas cada vez más complejas. El caso de Interbank también desencadenó una reacción en las autoridades peruanas, que reconocieron la importancia de una regulación más estricta en ciberseguridad.
La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) iniciará un proceso de revisión de sus normativas para asegurar que los bancos cuenten con sistemas de protección robustos y adopten prácticas de seguridad más rigurosas. Además, se instó a las instituciones a colaborar en la creación de un sistema de alertas tempranas para advertir a otros bancos de posibles amenazas y compartir información sobre tácticas empleadas por los ciberdelincuentes.
La respuesta de Interbank incluirá, seguramente, una importante inversión en adquirir y reforzar herramientas avanzadas de detección y respuesta ante incidentes cibernéticos; as través de la implementación de mejoras en sus sistemas de cifrado, el uso de inteligencia artificial para detectar comportamientos sospechosos en tiempo real y capacitación a su personal en ciberseguridad. A largo plazo, estas medidas no solo ayudarán a proteger la integridad de los datos de los clientes, sino que también restaurarán la confianza de los usuarios en la seguridad de sus transacciones.
En conclusión, el ataque a Interbank en representa una señal de alerta que exhorta a las instituciones a reforzar los canales digitales y la seguridad de sus plataformas tecnológicas frente a las crecientes amenazas cibernéticas. Los bancos y las autoridades deben trabajar juntos para implementar estrategias de seguridad más sólidas, manteniendo así la estabilidad y confianza en el sistema financiero.
(*) Contador Público Colegiado y Máster en Banca y Finanzas.