Líneas de Nasca: 27 años como patrimonio mundial

Las Líneas de Nasca cumplieron ayer 27 años como Patrimonio de la Humanidad y siguen sorprendiendo con sus enigmáticos y gigantes geoglifos trazados sobre áridas pampas costeras del departamento de Ica.
Declaradas e inscritas, el 17 de diciembre de 1994, como Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad en la 18° Sesión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, las Líneas de Nasca constituyen uno de los mayores enigmas de la arqueología peruana y global por su significado, dimensiones, variedad, número y existencia de más de 2,000 años.
Estos impresionantes pictogramas de animales, plantas y figuras geométricas de complejo significado se ubican a 450 kilómetros al sur de la ciudad de Lima y se extienden sobre las pampas de Nasca, Jumaná, Ingenio, Palpa y Socos, en una superficie de 75,358 hectáreas, entre las provincias iqueñas de Nasca y Palpa.
La arqueóloga y matemática alemana María Reiche, nacionalizada peruana, fue la mayor estudiosa de las líneas de Nasca, a las que dedicó gran parte de su vida.