Particular

¿Quién fue Edith Lagos?

La historia de la integrante de Sendero Luminoso que parece ser la sombra de algunos políticos luego de casi 40 años de su muerte

El nombre de Edith Lagos es utilizado por los detractores del gobierno de Pedro Castillo para echar sombras sobre su primer Gabinete Ministerial. El día en que asumió el cargo de premier, en mayo de 1988, cuando las sanguinarias huestes de Sendero Luminoso ya llevaban algunos años sembrando muerte y dolor a punta de balas y bombas, el otrora líder aprista Armando Villanueva del Campo anunció “mano dura contra los terroristas”, pero después –según informó la prensa de esos tiempos– fue a visitar la tumba de Edith Lagos. ¿Quién es esa misteriosa mujer que encandiló a algunos y causa el aborrecimiento de otros?

Su nombre completo es Edith Lagos Sáez y nació en Ayacucho el 27 de noviembre de 1962. Desde muy joven integró las filas de Sendero Luminoso, organización terrorista fundada en los años 70 por Abimael Guzmán, pero que hizo su aparición como grupo armado el 17 de mayo de 1980 en el poblado de Chuschi, en Cangallo, Ayacucho. Ese día se celebraban las elecciones generales y un grupo de senderistas quemó las ánforas y colgó perros muertos en los postes. Ese era el inicio de la sanguinaria y demencial ola terrorista.

EL COLEGIO

Edith Lagos fue hija de un comerciante ayacuchano, la sexta de siete hermanos. Su educación tradicional en un colegio de monjas no le impidió formar parte de las luchas de los estudiantes contra las reformas en la escala de calificación escolar.

En su último año de secundaria se integró al Comité Coordinador y Unificador del Movimiento Estudiantil Secundario (CCUMES), creado por los escolares huamanguinos. Este frente estudiantil protagonizó diversas protestas y enfrentamientos con la policía que tuvieron cierto impacto en la región a fines de la década de 1970. El saldo de estas violentas manifestaciones fue de varios escolares muertos.

Por entonces, estas luchas estudiantiles no eran nuevas. Años atrás, en 1969, en Huanta se produjo una protesta de escolares contra una pretendida privatización de la educación en el gobierno de Juan Velasco. Se trata de la llamada Rebelión de Huanta, que dejó más de 20 muertos –varios maestros y escolares entre ellos– y llevó al músico Ricardo Dolorier a componer la famosa canción “Flor de retama”.

SU CAPTURA

En 1979, Edith Lagos se mudó a Lima para estudiar Derecho en la Universidad San Martín de Porres, pero abandonó las aulas. Al año siguiente volvió a Huamanga y se integró a los destacamentos urbanos de Sendero Luminoso, de tal manera que participó en las acciones iniciales de la organización terrorista.

El 24 de diciembre de 1980, siete meses después de iniciada la “lucha armada” de Sendero, Edith Lagos fue capturada y acusada de participar en diferentes atentados dinamiteros en Ayacucho. Un día después de su detención, fue presentada públicamente. Una fotografía de esa diligencia formaría parte de Yuyanapaq, la exposición fotográfica de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.

La terrorista estuvo recluida un breve tiempo en Lima, pero luego fue trasladada a la cárcel de Huamanga. Entre rejas, junto con la también senderista Carlota Tello Cutti, se dedicó a realizar actividades proselitistas. En julio de 1981, un poema suyo, presentado bajo seudónimo, obtuvo el primer lugar en un concurso de composición y poesía del Instituto Nacional de Cultura de Ayacucho.

LA FUGA

Escapó de la cárcel el 3 de marzo de 1982, cuando Sendero dirigió un operativo de fuga y logró que lograran evadirse 304 presos, de los cuales solo 70 eran terroristas.

Junto a su excompañera de celda Carlota Tello, Edith Lagos se trasladó a Andahuaylas para reforzar el trabajo de Sendero en dicha zona y participó en diversos atentados terroristas. En uno de ellos, perpetrado el 18 de julio del mismo año en Ocobamba, fue asesinado un miembro de la Guardia Civil.

Edith Lagos murió en un confuso incidente el 3 de septiembre de 1982 en Ocobamba cuando tenía 19 años.

HAY DIVERSAS VERSIONES SOBRE SU FALLECIMIENTO

No hay una sola versión sobre la muerte de Edith Lagos. Una de ellas, la más difundida, dice que fue alcanzada por las balas cuando se disponía a emboscar a una patrulla policial. Sin embargo, según testimonios dados por su novio, quien le estaba enseñando a conducir, ambos intentaron robar una camioneta y ella fue abatida por la policía. Otra versión indica que fue asesinada después de ser detenida.

Sus restos fueron trasladados a Ayacucho y fueron sepultados en el cementerio de Huamanga con gran asistencia de pobladores. Posteriormente, el Comando Rodrigo Franco bombardeó su tumba.

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