Israel permite caminar por la calle sin usar mascarilla
Casi todos han sido inmunizados y solo se registran 200 contagios diarios

No fue un domingo cualquiera en Israel. Después de un año, los israelíes pudieron salir de casa sin usar mascarilla, lo que podría considerarse un gran paso para dar inicio a la derrota del coronavirus.
En Jerusalén, varios pasajeros salían de los autocares y del tranvía y se quitaban la mascarilla al poner un pie en la calle. Dentro de los transportes es obligatorio su uso, pero fuera, al aire libre, ya no.
“En el bus llevaba la mascarilla, la mayoría de la gente la llevaba puesta, y luego me la he quitado (…) Estoy aliviada, podemos volver a vivir”, comenta Eliana Gamulka.
Otros pasajeros, en cambio, prefieren dejarse la mascarilla puesta al salir del bus, o se la dejan a la altura de la barbilla para poder ponérsela rápidamente al entrar en alguna tienda. Ester Malka, “acostumbrada” a llevar mascarilla, prefiere esperar antes de quitársela en plena calle.
Desde diciembre, casi cinco millones de israelíes (el 53% de la población) recibió las dos dosis de la vacuna, es decir, el 80% de la población mayor de 20 años, según los datos oficiales del país, en el que se reportaron unos 836.000 casos de COVID-19 y más de 6.300 decesos.
En enero, el país registró un pico de 10.000 casos diarios a pesar de la campaña de vacunación, pues los efectos del inmunizante no se empiezan a sentir hasta que no pasan unas semanas desde la inyección. Desde ese momento, la curva empezó a doblegarse, por lo que las autoridades permitieron la reapertura de bares, restaurantes y cafeterías a principios de marzo. En los últimos días, el país solo ha registrado unos 200 casos diarios.