Las fuerzas de Israel atacaron una base aérea rusa en Siria, que recibió un avión de Irán lleno de armas para Hezbolá, y ahora alistan un bombardeo contra Irán en respuesta al lanzamiento de 200 misiles balísticos. Ante esta situación, el régimen de Vladímir Putin dispuso que los ciudadanos rusos abandonen Israel inmediatamente.
Cazas aéreos israelíes atacaron las cercanías de la base rusa Khmeimim en Siria. La mayoría de los misiles antirradiación israelíes Delilah fueron derribados por la defensa aérea rusa, pero algunos dieron en el blanco. El objetivo del ataque era un almacén utilizado por personal militar sirio e iraní para almacenar armas y municiones.
De otro lado, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, tomó la decisión de responder el ataque de Irán y los blancos serían refinerías petroleras, instalaciones de proyectos nucleares y sistemas de defensa antiaérea. Así se determinó durante una larga reunión del Gabinete de Seguridad de Israel realizada en un búnker subterráneo cercano a Jerusalén.
El Ejército de Israel lanzó 15 bombardeos contra objetivos de la milicia chií Hezbolá en Beirut, capital del Líbano, incluido su centro histórico, por segunda vez en un año de enfrentamientos, en ataques que han causado al menos nueve muertos, aunque las autoridades libanesas no descartan más víctimas, mientras los enfrentamientos continúan en la frontera entre ambos países.
El Ejército israelí informó que al ataque aéreo contra el cuartel general de la inteligencia del grupo Hezbolá en Beirut, se suma otro contra la oficina de su órgano de comunicación en la misma ciudad.
