Fiscalía reorganiza investigación sobre presunto lavado de activos en Diócesis de Puno
Obispo de Puno, Jorge Carrión, testigo del caso, no acudió a citaciones de fiscal en tres fechas consecutivas

Las investigaciones de la Fiscalía por la presunta disposición irregular de los bienes pertenecientes a la prelatura de Puno serán reencaminadas debido a que el principal implicado, Alex Aníbal Cano Arce, policía en actividad, fue trasladado de su puesto en el Obispado puneño a una nueva ubicación “por necesidad de servicio” en la ciudad de Mazuco, en Madre de Dios.
Cano Arce asumió un cargo de responsabilidad en la Diócesis de Puno desde que fue nombrado como agente pastoral por el Ministerio de Justicia. Su desempeño estaba bajo las órdenes del obispo de Puno, monseñor Jorge Carrión Pavlich, y, según la denuncia, este servidor laico habría usado su cercanía al obispo para disponer de bienes inmuebles, recursos económicos y patrimonio cultural eclesiástico para obtener ingentes ingresos personales.
En la Fiscalía de Puno, Cano Arce es investigado por estos hechos configurados como delito de lavado de activos pero, también debe responder por el delito de peculado doloso al percibir doble sueldo del Estado, del Ministerio del Interior como policía en actividad y del Ministerio de Justicia como agente pastoral.
Como agente pastoral, Cano Arce, según la hipótesis del fiscal, aprovechó su cercanía a Carrion Pavlich para dedicarse, presumiblemente, a la venta de objetos religiosos de la Iglesia católica, tales como cuadros originales de pintura cusqueña, cálices, copones, adornos de oro y plata, entre otros objetos valiosos de propiedad de la Iglesia, que son considerados como bienes culturales, los cuales fueron trasladados de algunas parroquias al Obispado de Puno para ser comercializados en forma clandestina.
Además de Puno, se tiene en la mira lo que posiblemente aconteció en las prelaturas de Huancané, Ayaviri y Juli, motivo por el cual también serían convocados los obispos de estas Diócesis, monseñor Giovani Cefai, monseñor Pedro Bustamante y monseñor Ciro Quispe, respectivamente, para que señalen el tipo de actividades que desarrolló Cano Arce en dichas jurisdicciones.
Para los próximos días la fiscalía a cargo de Carlos Iscarra Pongo se pronunciará sobre la situación jurídica de Cano Arce, quien no acudió a ninguna de las citaciones que le hicieron para declarar. Lo mismo sucede con el obispo Carrión Pavlich, aunque él argumenta que en su calidad de testigo no tiene mayores aportes que hacer y prefiere atender sus responsabilidades como primado de la iglesia de Puno.
Recientemente, tanto Cano como Carrión, aparecieron ante la prensa para desvirtuar los cargos y sostener que las denuncias eran parte de elucubraciones de personas interesadas en hacerles daño, sin embargo, no revelaron cuando acatarán la citación fiscal.