Particular

“Esta no es la izquierda a la que aspiramos”

El excongresista Richard Arce cuestiona la designación de Héctor Valer como premier, pide la renuncia del presidente Castillo y critica al Congreso

POR: ENRIQUE RODRÍGUEZ

El excongresista Richard Arce se suma a las voces que piden la renuncia del presidente Pedro Castillo y la convocatoria a nuevas elecciones generales. Sostiene que el jefe de Estado puso en riesgo nuestro sistema democrático con la designación de Héctor Valer como premier y lamenta que las malas decisiones del mandatario le pasarán factura a la izquierda peruana.

La designación de Héctor Valer como titular de la PCM no ha caído bien en muchos sectores de la política peruana, excepto en los más cercanos al presidente. ¿Por qué?

Es una situación deplorable a la que nos ha conducido esta decisión del presidente Pedro Castillo que pone en riesgo nuestro propio sistema democrático. Después de escuchar las pretensiones que tiene este inefable personaje llamado Héctor Valer, quien ha manifestado abiertamente que es la “bala de plata” que tiene el presidente, o sea un as bajo la manga con la clara intención de pretender disolver el Congreso. Es verdad, tanto el Congreso como el Ejecutivo están altamente cuestionados, no tiene aprobación de la población, pero de ahí a llevarnos a una situación límite como la actual tiene malas consecuencias.

¿Qué podría ocurrir con el país?

Aquí estamos viendo el juego perverso de agudizar las contradicciones que es un precepto marxista y, en este caso, percibo que es el congresista (Guillermo) Bermejo quien ha sido el principal auspiciador para que sea nombrado el señor Valer como presidente de este Gabinete que nació muerto. En este caso, la incapacidad del Gobierno está de manifiesto y no existe ninguna posibilidad de retorno. Hemos llegado a un límite donde están exponiendo al país y no hay otra salida que la renuncia del presidente, caso contario va a ser el responsable de la crisis política que se podría dar. Si le queda algo de dignidad, debería renunciar porque no se puede jugar de esta manera con 33 millones de peruanos. Tenemos de premier a un personaje violento que agrede a su propia familia y que tiene antecedentes. Pero no solamente está él; también es cuestionado el ministro del Interior, el de Defensa y otros. En un país donde los feminicidios son cosa cotidiana, no podemos tener como autoridades a agresores.

Pero ¿qué ocurriría entonces si el presidente decide no renunciar?

Castillo tiene que atender la voz del pueblo como tanto pregona en parques y plazas. Tenemos que autoconvocarnos porque tenemos la obligación moral, ética y patriótica de salir a las calles a poder manifestarnos; pero fíjese en la astucia del premier Valer que acaba de promulgar una resolución declarando estado de emergencia en Lima y Callao; lo hace precisamente para que los derechos civiles se vean afectados. Cuando hay declaratoria de estado de emergencia se evitan reuniones públicas y manifestaciones y, por ende, si salimos a las calles en este momento nos podrían llevar a seguridad del Estado. El presidente se está zurrando en las normas elementales de la democracia y, además, está involucrado en presuntos actos de corrupción que se puede confirmar con la remoción del cargo del procurador de la República, quien llevaba dos años en el puesto. El rol del procurador es defender los intereses del Estado y no es un empleado del ministro de Justicia, Aníbal Torres, otro que ha perdido el poco respecto que se le tenía con esta decisión. Tendría que renunciar Castillo y luego convocarse a nuevas elecciones para seguir con la sucesión constitucional, hay un procedimiento que respetar y que no se puede saltar. Se quedaría la vicepresidenta Dina Boluarte, pero ella también está muy debilitada y sería defenestrada prontamente. Castillo ya tomó la decisión de juramentar a este Gabinete y va a tener que asumir las consecuencias de sus actos

¿Qué rol podría cumplir el también cuestionado Congreso en esta nueva crisis política?

Esto es insostenible. Es verdad que hay sectores golpistas en el Congreso, pero ha sido el propio Castillo, con sus decisiones, quien nos ha llevado a este extremo. Las cartas de la expremier Mirtha Vásquez y el exsecretario Carlos Jaico mencionan expresamente que hay corrupción en Palacio, pero en lugar de enmendar el rumbo, lo que hace el presidente es nombrar a este Gabinete y refrendar su incapacidad. Ahora, hay que decir que el Congreso está dejando muy mal parado al país aprobando leyes que pretenden tumbarse la reforma del transporte, o promoviendo la minería ilegal; este Congreso no cumple con su labor de fiscalización y control político. De alguna manera esperábamos que el Congreso pudiera dar la talla en el equilibrio de poderes y presionar al Ejecutivo para que se alinee, pero este Parlamento también está lleno de rufianes que lo único que buscan es oportunismo político.

Entonces, no hay un buen augurio para el país…

En el horizonte yo veo que Pedro Castillo no llega ni a 28 de julio y el camino es convocar a Elecciones Generales en seis meses porque la opinión pública no va a permitir que un Congreso altamente cuestionado se mantenga en funciones. Es muy probable que en el 2023 tengamos nuevas elecciones. Por supuesto que hay una esperanza para el Perú, esta no es la izquierda a la que nosotros aspiramos. Nosotros abogamos por una izquierda moderna que defienda los derechos humanos y civiles de las minorías y tenemos la esperanza de que algún día podamos tener la posibilidad de enrumbar los destinos de nuestra patria, pero el costo va a ser bastante alto por lo que viene haciendo Castillo y sus ocasionales aliados como la señora Verónika Mendoza, la gente del Frente Amplio y Juntos por el Perú, que hoy pretenden deslindar responsabilidades.

“AQUÍ TENEMOS UN GRUPO DE AVENTUREROS”

Desde la óptica de Richard Arce, se está perjudicando a la izquierda peruana. “Las decisiones de Castillo y el hecho de que la izquierda se haya subido al coche del Gobierno y que por un fajín haya respaldado de manera incondicional, nos va a pasar factura a toda la izquierda porque estamos repitiendo las miserias que tanto le criticábamos a la derecha”, alertó.

“El costo político va a ser muy alto porque con esto nos están enterrando como posibilidad política. Por eso es importante diferenciar, hay otra izquierda progresista y moderna como la que está vigente en Chile donde hay gente de izquierda de primer nivel y aquí tenemos un grupo de aventureros que dicen llamarse de izquierda y están improvisando con personajes como este señor Valer”, señaló.

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