El Gobierno español concedió póstumamente al literato hispano-peruano Mario Vargas Llosa la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, que se otorga a personas que hayan contribuido en grado extraordinario al desarrollo de la educación, la ciencia, la cultura, la docencia o la investigación. La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, anunció la decisión y envió las condolencias a los familiares del escritor y a sus lectores. Además, destacó la amplitud de su legado: “Nos faltaría rueda de prensa para decir aquí los principales títulos de sus múltiples obras”.
Pilar Alegría, quien también es la ministra española de Educación, recordó que Vargas Llosa tenía “todas las distinciones posibles”, desde el Premio Cervantes (1994) al Premio Nobel (2010), siendo el último escritor en lengua española que ha recibido esa distinción. Los restos de Vargas Llosa fueron cremados el lunes en una ceremonia íntima en Lima, lo cual fue su última voluntad. Pidió un velorio privado, sin ceremonias póstumas en su honor.
De otro lado, el título nobiliario de marqués que el rey Juan Carlos I le otorgó a Mario Vargas Llosa al ganar el Nobel, pasará ahora a su hijo mayor, Álvaro, quien también es escritor y ayer continuó agradeciendo por las redes sociales las muestras de aprecio hacia su padre y los reconocimientos que le vienen haciendo en medios de comunicación e instituciones públicas y privadas. “Estados Unidos, Alemania, el Reino Unido, Polonia, Francia, y la India rinden homenaje a Mario Vargas Llosa”, escribió en sus redes sociales.
Además, recordó que su padre visitó dos veces el Parque Mágico de las Aguas en los últimos meses y la segunda oportunidad fue recientemente a invitación de la gerenta general de Serpar.
