El jurista Raúl Zaffaroni y el tema Castillo
Por: Iván Pedro Guevara Vásquez

Hace poco llegó al país uno de los juristas creadores y recreadores de derecho más importantes de Latinoamérica, Eugenio Raúl Zaffaroni, para dictar una serie de conferencias de índole académica; pero en su estadía tuvo que quedarse en Arequipa más allá de las fechas programadas debido a los bloqueos de las vías y a la suspensión temporal del funcionamiento de varios aeropuertos en el contexto actual de las protestas sociales y políticas que buscan centralmente la renuncia de la actual Presidente de la República y el adelanto de las elecciones generales (presidenciales y congresales).
Para la comunidad jurídica, compuesta por todos los abogados que hay en el país, el nombre de Zaffaroni es muy conocido, al punto que es un personaje que trasciende nuestras fronteras, ya que no solamente ha sido juez de la Corte Suprema de la nación argentina, sino también juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que tiene competencia para la región americana, docente en no pocas universidades del mundo, destacando entre sus logros internacionales el otorgamiento en el año 2009 del Premio “Estocolmo en Criminología”, junto con el catedrático de la Universidad del Noroeste del Estado de Illinois, John Hagan, con una importante y considerable obra, entre las que destacan “Tratado de Derecho Penal en cinco tomos, “En busca de las penas perdidas”, “La palabra de los muertos”, “La cuestión criminal”, “Crímenes de masa”, entre otros libros.
Queda en la memoria el haber sido mi persona prologado por Zaffaroni en una de mis obras jurídicas, con presentación presencial incluida el año 2015 en el auditorio principal de la sede central del Ministerio Público del Perú, en Lima.
Pero su visita no se limitó a temas de índole académica, ya que visitó en su actual prisión al ex Presidente de la República, Pedro Castillo, e hizo un contundente comentario sobre el tema: Castillo no cometió el delito de rebelión por el cual actualmente se encuentra privado de su libertad por una prisión preventiva, y que debió ser más bien sometido a juicio político por su mensaje de disolución del Congreso.
Coincidimos con el Maestro de Buenos Aires en el punto referido a que Castillo no cometió los delitos por los cuales ahora está como preso preventivo. Lo que sí cometió Castillo fue una evidente infracción constitucional; pero eso no justifica su prisión.
(*) Analista político
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