El discurso de un frustrado golpista

El señor Pedro Castillo Terrones fue elegido presidente de la república en unas cuestionadas elecciones nunca audita das, que le dieron el triunfo por 44,058 votos de diferencia e inició su mandato constitucional el 28 de julio de 2021 y lo terminó abruptamente el 7 de diciembre de 2022 en un mensaje a la nación televisado en donde pretendió disolver el Congreso, reorganizar el Poder Judicial, Junta Nacional de Justicia, Ministerio Público y Tribunal Constitucional, con lo cual quería tener todo el poder del país. y para consolidar sus medidas hizo un llamamiento a la sociedad civil: asociaciones, rondas campesinas y frentes de defensa.

Entre sus medidas resulta curioso la convocatoria a un Congreso con facultades constituyentes, para elaborar una nueva constitución en 9 meses (La Asamblea Constituyente de 1978 se instaló el 28 de julio de ese año y sancionó la Constitución el 12 de julio, por días no fue un año y el Congreso Constituyente de 1993 demoró un año para culminar los trabajos de la Constitución de 1993) y Castillo pretendía darle plazos a un organismo que por su naturaleza es soberano.

Además, hizo el anuncio de dos asuntos sumamente contradictorios: el primero, en comunicar a la OEA los lineamientos de lo que acababa de hacer, en base al artículo 27 de la Convención Americana de los Derechos Humanos, artículo que es viable únicamente cuando se está en caso de guerra. Un golpe de estado destruye la institucionalidad democrática de un país, pero hacer el ridículo en el exterior enviando comunicaciones que no guardan las formas y pretendiendo sorprender a una organización internacional (por más devaluada que hoy se encuentre) que el Perú está en guerra, demuestra el nivel de quien hizo el mensaje para que Castillo lo leyese.

Y el segundo lo dijo en estos términos: “en este interregno tal como lo hemos venido pregonando (sic) se respetará inescrupulosamente el modelo económico basado en una economía social de mercado”. Lo que vino “pregonando” Castillo y sus afines es un ataque al modelo económico en forma sistemática en cada uno de eso que llamaron Consejos de Ministros Descentralizados; y es muy lamentable que Castillo no supiese que la economía social de mercado se encuentra legislada en el artículo 58° de la constitución vigente.

Otras disposiciones del frustrado golpe de estado de Castillo, eran realmente hilarantes, como decretar el toque de queda de 10 de la noche a 4 de la mañana; que la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas combatirán la delincuencia; que se gobernará por decretos leyes (¿de qué otra forma se hace en una dictadura?) y se prohibían los monopolios y toda posición dominante, como si en el Perú se permitiese ese tipo de prácticas y no existiese el artículo 61° de la Constitución que los prohíbe.

La ideal dictadura de Castillo es, en resumen: el manejo del país con una economía social de mercado y la prohibición de monopolios; con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional combatiendo la delincuencia y a esto se le suma una nueva Constitución que implante esas disposiciones. Disposiciones que como sabemos ya se encuentran en la actual carta magna.

Demás está decir que la reorganización del Estado seguramente se realizará con personajes como Iver Maravi (ex senderista y hoy cantante); Javier Arce (reo libre); Héctor Béjar (guerrillero amnistiado); Héctor Valer (preso por contaminación ambiental); Oscar Zea (acusado de asesinato) y un largo etc.; porque ese es el nivel de personajes con estándares académicos y morales de los que gobernaron con Castillo.

(*) Excongresista.

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