En la primera semana de abril comenzó la fase de grupos de la Copa Libertadores y empezó la Copa Sudamericana. Nuestro país está representado por seis equipos, tres en cada torneo. En la Libertadores nos representan Universitario, Cristal y Alianza, mientras que en la Sudamericana están Melgar, Cienciano y Grau.
A pesar que los seis equipos peruanos debutaron jugando de local, apenas consiguieron dos de los dieciocho puntos en disputa merced a los empates conseguidos por Cienciano y Melgar, ambos equipos de altura. Los otros cuatro perdieron sus respectivos partidos.
Esta es una muestra más de lo mal que le va a nuestro fútbol, donde los clubes lejos de invertir en divisiones menores aprovechan la mediocridad de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) que les permite utilizar seis jugadores extranjeros, además de nacionalizados.
La FPF no pone ninguna restricción para la incorporación de extranjeros, viniendo a nuestro país jugadores a punto de retirarse o que no destacan en sus países de origen, salvo honrosas excepciones como el arquero Viscarra de Alianza, que es titular de la selección de Bolivia.
La semana no solo fue mala para los seis equipos mencionados, también lo fue para la selección Sub – 17 que participó en el Campeonato Sudamericano que se desarrolla en Colombia y donde nuestro equipo ya fue eliminado. Nuestra selección perdió los cuatro partidos que disputó, tres de ellos con marcador de 5 – 0 (con Paraguay, Chile y Argentina) y uno por 2 – 0 (con Colombia).
Recibió 17 goles en cuatro partidos y no anotó un solo gol. Un fracaso más de la federación dirigida por Agustín Lozano. Tal como ha sucedido en los últimos campeonatos sudamericanos de menores, donde cada equipo descansa una fecha en la fase de grupos a nuestro equipo le tocó descansar en la última fecha, es decir, no tuvo descanso intermedio como las otras selecciones.
Ya es hora que la dirigencia de la FPF se haga respetar y no permita que esto ocurra nuevamente. Si queremos que nuestro fútbol deje la última posición en Sudamérica se necesita hacer un giro de 180°. Debe disminuirse el número de extranjeros en los equipos de primera división y empezar a poner requisitos mínimos para la contratación de foráneos.
Por ejemplo, no deberían venir jugadores con más de treinta años y si son mayores de veintitrés deberán haber jugado por lo menos el 75% de los partidos de su club de origen en el año anterior.
Otra medida que debería darse es el retorno de los campeonatos de reserva y en estos torneos los jugadores deberán ser Sub -23 y todos deberán ser peruanos. Los dos primeros deberán darle puntos al equipo de la Liga 1 y los dos últimos restarle.
(*) Periodista deportivo.
