Clamor popular para que “El Chavo del 8” reemplace a “Esto es guerra”

El icónico programa mexicano “El Chavo del 8” ha regresado a las pantallas de América TV después de cinco años, generando una ola de nostalgia y, sorprendentemente, una demanda popular en las redes sociales para que reemplace definitivamente a programas como “Esto es guerra” (EEG).

Este clamor no es solo una cuestión de añoranza, sino que refleja la búsqueda de un “refugio” frente a un modelo televisivo percibido como desgastante por los televidentes peruanos. El debut de “El Chavo del 8” ha sido un rotundo éxito, alcanzando cifras de rating sorprendentes.

Obtuvo el liderazgo con 23.8 puntos, superando a “Al fondo hay sitio” (20.2 puntos). Desde su reaparición, el clásico de Chespirito ha mantenido su posición dominante en la audiencia. A pesar de no ser un programa cultural o educativo en sentido estricto, “El Chavo del 8” ofrece un humor blanco, quizá anticuado, pero innegablemente inocente.

Sus personajes entrañables y los valores universales que promueve— como la amistad, la solidaridad y el perdón— siguen resonando en los hogares. En marcado contraste, “Esto es guerra” simboliza para muchos el paradigma de la “televisión-espectáculo” peruana. Son precisamente estos “excesos” los que, según el público, han acelerado el cansancio.

Una encuesta de 2015 ya mostraba que más del 70 % de los peruanos identificaba realitys como “Esto es guerra” como ejemplo de “televisión basura”. Además, muchos usuarios han alzado su voz, exigiendo que se retire “Esto es guerra” de la programación para que se le otorgue más tiempo al clásico humorístico de Chespirito que solo dura 45 minutos.