Belén vive la Nochebuena más triste por la guerra de Israel con Hamás
Sin turistas ni espíritu navideño, la ciudad recibió una Nochebuena sombría

Sin luces ni el árbol gigante que normalmente adornan la plaza del Pesebre, Belén, en el centro de Cisjordania, vivió ayer una Navidad desoladora debido a la guerra en su vecina Gaza. Con la economía local golpeada y dependiente en un 70 % del turismo, la ciudad no tiene el habitual espíritu navideño.
Falta el árbol de Navidad, no hay turistas, y la basílica de la Natividad estuvo vacía de peregrinos. Todo está cerrado y la ciudad parece estancada. “La situación es muy dura. Belén está triste, la gente está triste y las calles están vacías de movimiento”, expresó Sami Khmeis, un comerciante palestino, a la agencia AP. Por segundo año consecutivo, las autoridades locales suspendieron las grandes celebraciones públicas, un reflejo del ánimo sombrío desde que estalló la guerra entre Israel y Hamás en Gaza. Las fuerzas de seguridad palestinas dispusieron barreras cerca de la iglesia de la Natividad, construida sobre el lugar donde se cree que nació Jesús.
PAPA FRANCISCO
Mientras tanto en el Vaticano, el papa Francisco inauguró el Año Santo 2025, el gran peregrinaje internacional para el cual se esperan más de 30 millones de fieles de todo el mundo en Roma.
Instantes antes de la Nochebuena, ante 30 mil fieles y con transmisión a todo el mundo, abrió la Puerta Santa de la basílica de San Pedro, simbolizando la inauguración del Jubileo “ordinario”. Después presidió la misa de Nochebuena en la basílica de San Pedro, una ocasión en la que el pontífice aprovechó para llamar la atención sobre los conflictos en el mundo, luego de que hace unos días calificó de “crueldad” los bombardeos israelíes en Gaza.