Artista internacional Jaime Vallardo Chávez expondrá en La Dolce Vita de Elancourt de París
Las artes plásticas y la gastronomía se fusionarán para brindar inigualables experiencias sensoriales del 11 al 30 de abril 2025

En la conexión intrínseca entre la estética y los sentidos, pocos encuentros resultan tan armoniosos y placenteros como el que une el arte y la gastronomía. Si la comida, en su esencia, es una forma de arte efímera, destinada a disolverse en el mismo instante en que satisface el paladar, la pintura es el intento sublime de hacer eterno un momento, de retenerlo en el tiempo. Y es precisamente en este diálogo entre lo temporario y lo duradero donde se enmarca la extraordinaria exposición que ofrecerá Jaime Vallardo Chávez en La Dolce Vita de Élancourt, en París, del 11 al 30 de abril 2025.
Con una presentación artística de esta categoría, en este restaurant como escenario, la tradición culinaria italiana se convertirá en una experiencia cultural y se fusionará, en un éxtasis sinestésico, con el vibrante lenguaje del arte naïf, que es el que cultiva el maestro Jaime Vallardo, un artista trotamundos que va dejando, por donde lo guíen sus pasos, una huella indeleble con el sello inconfundible de su genialidad.
No se trata, por lo tanto, de una simple muestra artística, ni de una mera degustación gastronómica: es una osmosis entre dos mundos aparentemente distintos, pero en realidad espectaculares, ambos impulsados por la misma urgencia de contar, evocar y conmover. En una época en que el arte corre el riesgo de convertirse en un ejercicio cerebral desvinculado del placer, y la cocina en un mero fenómeno mediático, este evento nos reconduce a la esencia de ambos: la celebración de la belleza en su forma más auténtica, cotidiana y universal.
En una extraordinaria fusión entre arte culinario y arte visual, La Dolce Vita se prepara para acoger la próxima exposición individual del maestro del arte naïf Jaime Vallardo Chávez. Artista hondureño de extraordinaria sensibilidad, ha recorrido un camino artístico que no solo encarna la tradición de la pintura naïf, sino que la transfigura en un lenguaje único, rico en simbolismos y reflexiones sobre el mundo que lo rodea.
En el fascinante marco de La Dolce Vita de Élancourt, en el corazón de Yvelines, se erige un templo de la gastronomía siciliana: La Dolce Vita. Fundada en 1984 por Monsieur Pino Gambino, esta institución culinaria se ha convertido, en el transcurso de cuatro décadas en un punto de referencia imprescindible para los aficionados a la auténtica cocina italiana.
Sus pizzas, de sabor inimitable, son el fruto de una sabia combinación de calidad, generosidad y artesanía, hasta el punto de haber conquistado personalidades de la talla de Omar Sy, Jamel Debbouzze, Issa Doumbia y Nicolas Anelka. Esta explosión de sabores constituirá el marco ideal para la exposición del maestro Jaime Vallardo Chávez, quien echó raíces por varios años en Perú, país también gratificado con una culinaria de gran reputación en el mundo.
Nacido en Goascorán, en el departamento de Valle, Honduras, en 1976, Vallardo ha cultivado siempre un profundo vínculo con sus raíces culturales, que se reflejan en cada una de sus obras, impregnadas de una espiritualidad que fusiona lo antiguo y lo contemporáneo.
Su pintura es una ventana a un mundo primordial, lleno de figuras arquetípicas, símbolos ancestrales y colores vibrantes que narran historias de tierra, historia e identidad. Su debut artístico data de 2008, año en que comienza a exponer sus obras al público internacional. Desde entonces, ha participado en numerosas exposiciones colectivas e individuales en América del Sur, Europa y África, donde ha encontrado un terreno fértil para su visión estética y simbólica.
El trabajo de Jaime Vallardo Chávez ha recorrido las principales galerías y museos de ciudades como Bogotá, París y Madrid, donde ha suscitado la admiración de críticos y coleccionistas de arte contemporáneo. Su carrera como escritor y conferencista se entrelaza armoniosamente con su actividad pictórica, convirtiéndolo en un artista polifacético y visionario.
Jaime Vallardo Chávez es conocido como «El Artista de las Monedas Mundiales» porque incorpora en sus obras fragmentos de billetes de los países visitados, creando así piezas únicas y codificadas de alto valor artístico y económico. Además de su labor como artista, Chávez puede presumir de ser el creador de la «Cruzada y Museo Itinerante del Continente Americano», también conocida como Bicentenario de América. Una cruzada cultural de gran envergadura que ya va por su novena edición y reúne a más de 600 artistas en un colectivo vital, celebrando los 200 años de independencia del continente. Un evento sui generis que ha atraído la atención de todo el continente y cuyo eco ha llegado hasta el otro lado del Océano.
El encuentro entre el arte naïf de Chávez y la atmósfera cálida y familiar de La Dolce Vita representa un evento imperdible para los amantes del buen arte, la buena comida y, en general, de la buena (o Dolce) vida. Los sentidos de los comensales serán, de hecho, deleitados tanto por las exquisiteces sicilianas como por las vibrantes obras del artista hondureño.
Esta sinergia entre sabores y colores ofrecerá a los visitantes una experiencia multisensorial única, celebrando la belleza de la expresión artística en todas sus formas. La exposición se llevará a cabo del 11 al 30 de abril de 2025 en La Dolce Vita, ubicada en el Centre Commercial des 7 Mares, 78990 Élancourt. Horarios de apertura y visita de lunes a sábado de 10:00 a 14:30 y, por la tarde, de 19:00 a 23:00.
El 11 de abril a las 19:00 será la apertura de esta extraordinaria experiencia de fusión entre arte y gastronomía, que ofrecerá a los invitados una vivencia inmersiva y refinada.
En un ambiente íntimo y acogedor, los asistentes tendrán la oportunidad de conocer personalmente al maestro Jaime Vallardo Chávez, dejándose guiar por su relato hacia el núcleo vibrante de su visión artística. Entre copas de vino seleccionado y delicias de la tradición siciliana, magistralmente preparadas por el equipo de La Dolce Vita, el público podrá sumergirse en un diálogo multisensorial entre los colores vibrantes de las obras expuestas y los sabores envolventes de la cocina mediterránea. Una ocasión irrepetible para descubrir el poder evocador de la pintura naïf, saboreando la autenticidad de Sicilia.