ANI en vez de ARCC. Cambiar moco por baba no es gobernar

Por: Fernando Cillóniz Benavides

La Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC) ya no se llamará así. Pronto se llamará Autoridad Nacional para la Infraestructura (ANI).

De acuerdo a lo anunciado por el premier, Alberto Otárola, la ANI absorberá a la ARCC. Además – tal como ha aclarado el propio Premier Otárola – “la ANI trabajará con la rectoría de los ministerios correspondientes y con los gobiernos regionales y los alcaldes de todo el país”. Es decir, se crea la ANI bajo el mismo diseño institucional de la fallida ARCC. Y coordinará con las mismas instituciones y con los mismos funcionarios responsables del fracaso de la reconstrucción de los daños causados por El Niño Costero 2017. En otras palabras, estamos ante más de lo mismo.

La politiquería va a estar de plácemes en la ANI. Toda la burocracia de la ARCC – miles de burócratas que hicieron poco o nada durante los últimos 6 años – seguirán trabajando en el Estado. En vez de trabajar en la ARCC, trabajarán en la ANI. ¿Qué va a pasar, a continuación? Pues, lo de siempre. Cientos – mejor dicho, miles – de nuevos burócratas ingresarán a trabajar a la ANI. O sea, más burocracia estatal, aún. Más clientelismo político. Más gasto público. Más corrupción. Más ineficiencia. Es decir, todo seguirá tal cual.

¡Oh políticos mediocres… cuándo entenderán que el problema del Estado no es nominal! El problema es funcional. Incluso, funcional en lo operativo, no en lo declarativo. ¿Por qué no replicar – en la ANI – el exitoso modelo institucional del Banco Central de Reserva (BCR)? Es decir, autonomía de verdad, independencia política de verdad, profesionalismo de verdad, meritocracia de verdad y todo lo demás.

¿Por qué no contar con una institución autónoma, súper especializada en prevención de daños por desastres naturales, y súper preparada para responder con eficacia e inmediatez cuando estos ocurran? No sólo por lluvias torrenciales, huaicos e inundaciones. Sino también por terremotos, tsunamis, incendios, sequías, heladas, plagas, epidemias, derrames de sustancias peligrosas, accidentes y demás.

¿Por qué no tener una institución especializada en prevención y reconstrucción – permanente – en vez de crear una para cada desastre natural, como fueron FORSUR por el terremoto de Pisco en el 2007, la ARCC por el Niño Costero del 2017, y ahora la ANI por el Ciclón Yaku reciente?

Muchas instituciones estatales peruanas son disfuncionales. Tal cual la ARCC. Peor aún, maltratan cruelmente a la ciudadanía. ¡Cuestan un ojo de la cara! ¡No sirven! Y no sirven porque están gestionadas por políticos ineptos y corruptos que cambian a cada rato: ministros, gobernadores regionales, alcaldes, etc. Bueno fuera que los servicios públicos sean gestionados por profesionales especializados. Pero no.

Nuestros políticos no entienden que servir a la ciudadanía – desde el Estado o desde cualquier institución de la sociedad civil – implica profesionalismo, remuneraciones adecuadas, bonificaciones por cumplimiento de metas, especialización y experiencia, integridad y responsabilidad, compromiso y motivación, vocación de servicio, innovación y creatividad, tecnología, disciplina, continuidad laboral, etc. No, no entienden. O no quieren entender… que es lo mismo.

Cambiar ANI por ARCC será como cambiar moco por baba. Y eso no es gobernar. Por ello, no debemos esperar nada bueno de la ANI… más allá de su bonito nombre.

(*) Exgobernador regional de Ica

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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