Alarmante incremento de intentos de suicidio
El Dr. Juan Carlos Ocampo, psiquiatra del hospital Guillermo Almenara, revela que más del 60 % de los menores internados tuvo relación con ese tipo de conducta

El psiquiatra indicó que son señales de alerta los cambios en los patrones del sueño o la alimentación, alteraciones en el carácter —como la irritabilidad u hostilidad—, negativa a compartir emociones, autolesiones como el cutting o bajo rendimiento académico.
POR: CARLOS RIVERO MELGAR
La salud mental de los niños y adolescentes en el Perú es motivo de preocupación, según explicó el Dr. Juan Carlos Ocampo, psiquiatra del hospital Guillermo Almenara de EsSalud, quien analiza los factores y consecuencias de este fenómeno, en entrevista con nuestro canal digital La Noticia Perú.
¿Cuál es la situación de la salud mental en el país respecto a los menores de edad?
Recordemos que la salud mental va a sufrir una alteración, dependiendo de las condiciones en las cuales se desarrolle la persona. En particular, de la población infantil, juvenil, de los niños y adolescentes, en los últimos años hemos tenido hechos que han afectado rotundamente. Como, por ejemplo, la pandemia.
La pandemia no solamente es la presencia de la COVID-19 en una gran cantidad de personas, sino es sinónimo de muerte. Por lo tanto, esa muerte ha enlutado a muchas familias y muchas familias han tenido hijos, niños, adolescentes, que se han visto afectados. También un tema de dificultades económicas, que esto significa pobreza, y eso también afecta a los niños y adolescentes.
Cuando hablamos de salud mental, también nos lleva a pensar en tratamientos, en asistencia. ¿En qué casos un menor llega al hospital bajo qué criterio un padre lleva a sus hijos a un hospital?
Una vez que una persona sufre algún tipo de factor que puede afectar la salud mental, podría ser algo que se llama un trastorno mental.
Se trata de patrones de comportamiento que tienen las personas, en este caso niños y adolescentes, que van a ocasionar mucho sufrimiento. Entonces las personas que desarrollan trastorno mental pueden tener niveles de gravedad o niveles de necesidad de asistencia. Algunos se pueden trabajar ambulatoriamente, algunos se pueden trabajar, digamos, a través de intervenciones psicoterapéuticas; otros de forma ambulatoria.
Pero va a haber un grupo de personas cuyo nivel de gravedad va a demandar que asistan a un hospital o que incluso sean internados. Me estoy refiriendo a los cuadros de depresión y los intentos, ideas de suicidio; entonces no vamos a esperar pasivamente, sino que debemos tomar acción para ayudar a esa persona y a esa familia. Pero este es un ejemplo.
Usted mencionaba el tema de los suicidios, ¿la incidencia se incrementó con la pandemia?
Sí, pero no necesariamente solo por la pandemia, ya se estaba dándose un incremento en el número de casos atendidos a lo largo de los últimos años. La cifra que trae el Ministerio de Salud desde el 2021 hacia el 2024 ya marcaba esa tendencia. La pandemia lo que ha hecho es activar, es generar condiciones más adversas en los servicios de salud. Recordemos que cuando llegó la pandemia muchas salas que atendían a personas con trastornos mentales fueron reemplazadas para atender a personas que sufrían de la COVID-19. Ese espacio de tiempo en el cual no prestamos la oferta también ha tenido un impacto negativo. No solamente es la pandemia, sino son otros factores que también contribuyen a lo que ya se estaba viendo venir, que es el incremento de los trastornos mentales.
Hablando de cifras, ¿hay algún aproximado de cuántos pacientes fueron atendidos o son atendidos al año por este pensamiento suicida, este intento de repente de quitarse la vida?
Comparto la experiencia que nosotros tenemos en el Hospital Almenara. Hasta antes de la pandemia, nosotros teníamos como principal causa de atención en consulta externa cuadros como los trastornos de déficit de atención. Estos, durante la pandemia, por la falta de oferta debido a que se priorizo la intervención de la COVID-19, se han complicado muchos de ellos en problemas conflictuales. Igual también los niños que tenían trastorno al espectro autista. Cuando ya se han comenzado a reactivar los servicios de salud, hemos visto rápidamente un crecimiento.
Actualmente, nosotros como servicio atendemos a más de 15,000 personas al año. El servicio de psiquiatría en niños y adolescentes es el único servicio de salud constituido como servicio que tiene sala de hospitalización para trastornos mentales en niños y adolescentes. Y dentro de nuestra casuística, donde nosotros manejamos alrededor de nueve camas para niños y adolescentes a lo largo de un mes, nosotros podemos tener aproximadamente 20 pacientes internados que van cambiando periódicamente en promedio. De ellos, más del 60 % corresponden a personas que han venido a pedir auxilio o han sido traídas por los familiares por conducta de suicidio.
¿CÓMO PUEDEN LOS PADRES SABER SI SU HIJO ESTÁ EN RIESGO?
El Dr. Juan Carlos Ocampo señaló que los padres son los que mejor conocen a sus hijos, por lo que son los primeros en detectar algún cambio en su conducta que podría ser un indicio de un trastorno mental que debe ser atendido por un profesional.
Indicó que, por ejemplo, el cambio del patrón del sueño o la alimentación, las alteraciones en el carácter — como la irritabilidad y hostilidad—, negativa a compartir las emociones, entre otros, deberían ser motivo de preocupación. Además, las autolesiones como el cutting, bajo rendimiento académico o rechazo a ir al colegio —podría ser por bullying— también son señales de alerta.