Una de los referentes que nos dejó el fujimorismo como legado son sus malos pasos en la destrucción del orden constitucional, la imposición y otros ardides como las leyes sorpresa. Esta forma de hacer política sorprendía a la oposición y lograban con su mayoría el beneplácito de los planes dictatoriales del régimen durante los años 90.
En 1994 el Poder Judicial empezó a investigar sobre los asesinatos ocurridos en la Universidad Enrique Guzmán y Valle (La Cantuta) perpetrados por militares y el Consejo Supremo de Justicia Militar presentó una contienda de competencia, para que los procesos sean llevados por el fuero militar y no por los jueces del P.J.
Para evitar que se dirima el asunto en la Corte Suprema el lunes 7/2/1994 pasadas las 23.00 horas sorpresivamente se presenta en la Mesa Directiva del Congreso el proyecto de ley N°1450 y antes de la media noche se dispensa de dictamen y una hora más tarde es aprobado por la mayoría fujimorista, convirtiéndose en la Ley N° 26291 que “resolvía” que las competencias sobre jurisdicción civil y militar, se tienen resueltas cuando cuenten con la mayoría simple de los votos.
Con esta norma el fuero civil dejaba de investigar y juzgar a los militares implicados en los asesinatos de la Universidad La Cantuta, norma que se conoce como la primera “ley sorpresa”, porque se presentó dispensándola de dictamen parlamentario y fue aprobada a las pocas horas de su presentación e inmediatamente publicada.
¡Pero todo esto ocurrió en 1994, hace más de 30 años!!!
El 9/6/2025 la Junta Nacional de Justicia aprueba anular la destitución de Patricia Benavides como Fiscal de la Nación y Fiscal Suprema. La señora Fiscal de la Nación Delia Espinoza no acata los dispuesto por la JNJ y el 11/6 solicita al Poder Judicial la suspensión de Patricia Benavides por 36 meses y al día siguiente también la denuncia constitucionalmente ante el Congreso. El 23/6 es admitido a trámite la solicitud de la Fiscalía y al día siguiente se convoca a la audiencia; para que finalmente sea emitida el 25/6 la resolución del juez Segismundo León resolviendo que se suspende a Patricia Benavides por 24 meses como Fiscal de la Nación y Fiscal Suprema.
La celeridad en este proceso donde se reconoce a Patricia Benavides como Fiscal de la Nación se violenta su condición de aforada, además de otras inexactitudes, y para esto se debe tomar en consideración que, desde el establecimiento de elecciones internas para elegir a sus presidentes del Poder Judicial y los Fiscales de la Nación, han nacido las pugnas intestinas que hoy día se han agudizado y están destruyendo la justicia del Perú. Por eso Manuel Lorenzo de Vidaurre el primer presidente de la Corte Suprema de Justicia del Perú dijo que “ningún pueblo puede ser feliz, sin una buena administración de justicia”. La actual situación deviene también en la forma de elegir a jueces como el señor Segismundo León Velasco, que es simplemente un juez provisional de la Corte Suprema elegido a dedo y con las cualidades de un titular. Una persona con las resoluciones como la que ha redactado en tiempo record ¿pretende seguir administrando justicia? Finalmente, todo lo que sucede ahora nos demuestra la existencia de un nuevo fujimorismo promovido y liderado por los antifujimoristas; en otras palabras, estamos ante el fujimorismo sin Fujimori, ¿quién es el nuevo Montesinos? Nadie sabe para quién trabaja…
(*) Abogado y exparlamentario
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