“Lima y Callao necesitan 600 compañías de bomberos”

• El oficial Carlos Paredes Arrascue sostiene que los simulacros de sismo son prácticamente “demostraciones” que tienen una escasa participación. Expresó la necesidad de concientizar a la población sobre la importancia de prepararse ante un eventual terremoto.

POR: CARLOS RIVERO MELGAR

Ante la posible ocurrencia de un terremoto, el oficial general del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú, Carlos Paredes Arrascue, advirtió que no estamos preparados para enfrentar un sismo de esas características. En entrevista con nuestro canal digital La Noticia Perú, señaló que en Lima y Callao se necesitan 600 compañías de bomberos, pero solo tenemos alrededor de 40.

¿Tenemos suficientes compañías de bomberos?

Tenemos cerca de 40 compañías de bomberos en Lima y Callao. Por cada 75 mil habitantes debería ver una compañía, en Lima debería haber 160 compañías, solo tenemos 40, y eso que los estándares internacionales indican que debería haber por cada 20 mil o 30 mil habitantes, una compañía de bomberos. Significa que en Lima debería haber 600 compañías, y a nivel nacional, 1,700 compañías de bomberos.

¿Estamos realmente preparados para enfrentar un gran terremoto?

No estamos preparados, y lo que más nos preocupa es que realmente no hay un buen plan pate afrontar un evento de esa naturaleza. Los simulacros que tenemos, básicamente sin que nadie se moleste, son más “demostraciones” que simulamos, porque hay que acostumbrar a las personas a que realmente el día del terremoto tienen que estar preparadas. Deben estar organizados en sus viviendas, centros de estudio, de trabajo. La gente espera siempre la respuesta. Tenemos 34 millones de habitantes en el Perú. Tenemos 16 mil bomberos, pero calculamos que 10 mil puedan estar operativos. Cada bombero tendría que ayudar a 3,400 personas, lo cual, obviamente, es imposible. Entonces, si vamos a sentarnos a esperar que vengan los bomberos y las instituciones de respuesta para ayudarnos, esto nunca va a llegar. La idea es, justamente, que en un simulacro se planteen situaciones en las cuales sean difíciles para que se vean las carencias, nuestras fallas, y poder buscar soluciones. Esa respuesta por parte de uno mismo.

Se promocionan mucho desde el Estado para participar en estos simulacros, pero ¿en qué se está fallando?

Deben ser más reales, o sea, los planes de seguridad, los planes de contingencia de una empresa, es la propia de la empresa del costado, del amigo que solamente usa Wikipedia, por decirlo así, y le cambian de nombre. Pero para que haya un plan de respuesta tiene que haber una evaluación de la edificación, la vivienda, o el colegio, para poder realmente ver las necesidades. Para empezar, el número de brigadistas no es igual de una persona, una empresa donde trabajan 50 personas a una donde trabajan 200 personas.

Por las edificaciones, no es lo mismo hacer un simulacro en San Isidro, Miraflores, que, en un asentamiento humano de un distrito de algún cono de Lima, donde muchas casas están construidas en las faldas de los cerros.

Definitivamente, no. En un terremoto grado 7.5 o algo más, se supone que los cerros se van a deslizar. Del 12 al 15 % de la población de Lima vive en cerros, en pendientes. Pero si las viviendas son de madera, de adobe, de calamina, de plástico, y se caen, las personas pueden sobrevivir. En cambio, en San Isidro, vamos a tener edificaciones que, si bien están “bien construidas”, pero hay riesgo debido a la densidad de población, a la cantidad de personas que trabajan allí. En San Isidro viven algo de 67 mil personas, pero a diario transita un millón de personas. Claro, entonces los escenarios van a ser diferentes si el terremoto es en la noche, cuando la gente está durmiendo y no hay mucha gente caminando. A diferencia de que, sí ocurre en el día, San Isidro va a ser muy afectado porque tenemos más de un millón de personas transitando.

¿Es lo mismo atender un escenario post-sismo, fuerte, terremoto, de noche que de día?

No, definitivamente no. Un de las preocupaciones más grandes de las personas es que durante el día se van a cortar las comunicaciones, y no sabemos qué va a pasar con nuestros familiares, porque no sabemos si uno, de repente, va a estar en la universidad, en un trabajo, en un colegio, ya ha salido…. En la noche, normalmente debemos estar juntos, todos. Pero el problema es que, si el terremoto nos agarra de noche, entonces las posibilidades de daño serían mayores, porque obviamente nos va a agarrar adormitados… Por eso yo siempre recomiendo dormir siempre con pijama, porque uno no va a poder colocarse en un pantalón de bus, o en un pantalón durante el movimiento sismo. Siempre las zapatillas, las sandalias a un costado para poder salir. Hay que siempre imaginar lo peor para estar preparados. La mejor manera es pararse cada uno en su casa, ver la luna que va a reventar, si hay maceteros, adornos que me puedan caer en mi ruta de evacuación, colocar la llave en un lugar fácil de encontrar. Porque una vez que logramos salir del cuarto y llegamos a la puerta y vamos a estar atrapados… Entonces, todo eso es parte del plan de seguridad, de contingencias de cada vivienda. Y eso, si lo trasladamos a una empresa o a un colegio, obviamente hay muchos más factores que evaluar. ¿Quién nos va a ayudar? ¿Quién va a cargar a los heridos? ¿Quién va a rescatar a las personas? ¿Quién va a pagar un amago de incendio? No llamen a los bomberos, no va a entrar la llamada y aparte no vamos a poder responder.

HOSPITALES SERÁN UN CAOS SI OCURRE GRAN TERREMOTO

¿El sistema de salud no está preparado tampoco para una emergencia como esta, para atender heridos?

Nosotros como Cuerpo de Bomberos, a veces en una emergencia, en un atropello, llevamos a una ambulancia a un hospital a la persona herida, y los hospitales están colapsados, no hay espacio para atender a las víctimas, y a veces la ambulancia los pasea de hospital en hospital, buscando si hay espacio para que los atienda. ¿Te imaginas dos millones de heridos en Lima? O sea, esto va a ser un caos total.