EPEI Perú: Mercados informales de venta de productos eléctricos falsificados se han incrementado en los últimos 25 años
Con motivo del Día Mundial contra la Falsificación, señala que productos eléctricos originales reducen la probabilidad de incendios por causas eléctricas en 85%

La proliferación de mercados informales dedicados a la venta de productos eléctricos falsificados y de baja calidad en Lima, e incluso a nivel nacional, ha crecido de manera alarmante especialmente en los últimos 25 años. Este fenómeno se debe, entre otros factores, a la falta de fiscalización, lo que permite el ingreso masivo de estos productos “fuera de norma” al comercio mayorista y minorista, fomenta la demanda de insumos eléctricos supuestamente «económicos» pero que, a la larga, resultan inseguros y más costosos.
En la década de 1990, existían entre 5 y 10 puntos de venta de productos eléctricos de dudosa procedencia. Hoy, en 2025, ya son más de 60 los lugares donde se abastece la construcción informal en Lima. Entre ellos podemos referir el Centro Comercial Nicolini o Jr. Pachitea (Cercado Lima), Siglo XXI (San Juan de Lurigancho), Av. México (Comas), Av. Pachacútec (Villa María del Triunfo), entre otras.
En el marco del Día Mundial contra la Falsificación, que se conmemora cada 8 de junio, Orlando Ardito, Gerente General de la Asociación Gremial de Empresas de Productos Eléctricos del Perú (EPEI Perú), alertó a la población sobre los peligros del uso de productos eléctricos falsificados, de origen ilegal y de calidad subestándar, que ponen en riesgo a millones de hogares y afectan la economía de las familias peruanas.
Cifras alarmantes: Incendios, Impacto Económico y Comercio Ilegal
Ardito destacó que “ en el Perú en los últimos 5 años se han registrado en promedio más de 13,500 incendios al año (37 diarios). Según fuentes del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP), 7 de cada 10 incendios son causa eléctrica, y, entre otras, una de las principales causas detrás de estas tragedias es el uso de materiales eléctricos de baja calidad, falsificados o subestándar. A esto se suman las condiciones precarias de viviendas y comercios, como el hacinamiento y el almacenamiento de materiales peligrosos”.
Asimismo, precisó que “el 70 % de lo que llega al mercado peruano minorista es ilegal y al menos 30% viola la propiedad intelectual , además de no cumplir con la normativa técnica que señala el Estado. Estos productos, que circulan libremente en el mercado ilícito, y luego se instalan en las viviendas, no solo ponen en riesgo la seguridad de los hogares y empresas, sino que también tienen un costo económico descomunal: cerca de S/ 10,000 millones en pérdidas anuales. Esta cifra, equivalente al 1% del PIB, revela la magnitud del problema, según fuentes del Observatorio de Productos Eléctricos Ilegales, que maneja EPEI Perú”.
Ardito resaltó que, si bien las empresas formales han implementado medidas para diferenciar los productos originales de los ilegales (como fichas de homologación, códigos QR, sistemas de autenticación y venta en establecimientos autorizados, entre otras), “ un producto original siempre tendrá una mayor vida útil (6 veces más en promedio) y reducirán la probabilidad de falla en 85% vs los falsificados”
“Por ejemplo, en el caso de los cables eléctricos, los productos originales pueden durar en promedio 20 años, en cambio los falsificados, siendo generosos, de 2 a 5 años. Sin embargo, durante este tiempo (debido a la mala calidad de los materiales con los que son fabricados) se sobrecalientan con riesgo de generar cortocircuitos y con alta probabilidad de ocurrencia de incendio”, indicó el representante de EPEI Perú.