En medio de una aguda crisis política y económica, el estallido social volvió ayer a las calles de Bolivia. Mientras miles de personas marchaban por las calles de La Paz para exigir que se inscribir la candidatura presidencial de Evo Morales, pese a estar inhabilitado por la justicia, un grupo de manifestando se enfrentó con la policía.
Los manifestantes intentaron rebasar el cerco policial cerca del Tribunal Supremo Electoral (TSE) —en la ciudad de La Paz— por lo que los agentes usaron gases lacrimógenos para dispersarlos. Por su parte, Gobierno boliviano invocó a Morales que se entregue a la justicia.
“Le pedimos que se entregue voluntariamente a la Justicia boliviana”, señaló el ministro del Gobierno, Eduardo del Castillo, quien advirtió que Morales será detenido si es encontrado caminando por las calles de La Paz ya que sobre él pesan órdenes de arresto.
Sobre Morales pesan desde octubre hasta cuatro órdenes de detención por un supuesto abuso de menores en 2016, cuando habría mantenido una relación con un joven de 16 años, fruto de la cual nació una niña.
