La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema rechazó la apelación a través de la cual Pedro Castillo buscaba se deje sin efecto el mandato de prisión preventiva dictado en su contra y se le imponga vigilancia electrónica, en el marco del proceso que se le sigue por el fallido de golpe de Estado. De esta forma el expresidente continuará recluido en el penal de Barbadillo.
Entre los fundamentos de la resolución, el tribunal presidido por el magistrado supremo, César San Martín consideró que la cesación de la medida de prisión preventiva procederá cuando nuevos elementos demuestren que no concurren los motivos que determinaron su imposición y resulta necesario sustituirla por la medida de comparecencia.
Se explicó que la medida de vigilancia electrónica personal no está permitida en el delito de rebelión y, además, está latente el peligro de fuga, pues Pedro Castillo trató de asilarse en la Embajada de México en Lima y “no hay pruebas que descarten que esto vuelva a ocurrir si queda en libertad”.
