En el tradicional Vía Crucis de Semana Santa, en Roma, se leyeron las reflexiones del papa Francisco, quien hizo una dura crítica a la marcha del mundo. “La economía de Dios no mata, no descarta, no aplasta; es humilde, fiel a la tierra”, expresó el santo padre, quien no pudo estar presente en la celebración.
“Deshumana es la economía en la que noventa y nueve valen más que uno. Sin embargo, hemos construido un mundo que funciona de ese modo; un mundo de cálculos y algoritmos, de frías lógicas e intereses implacables”.
Luego se dirigió a Dios: “La ley de tu casa, economía divina, es otra, Señor”. El sumo pontífice agregó que “volvernos a ti, que caes y te levantas, es un cambio de ruta y un cambio de paso. Conversión que devuelve alegría y nos lleva a casa”.
