
Mario Vargas Llosa, el peruano más universal, partió a la eternidad. Luego de ser velados en estricto privado en su casa, los restos del Premio Nobel de Literatura 2010 fueron incinerados y sus cenizas entregadas a su familia, que agradeció las muestras de respeto, admiración y aprecio que recibió el literato después de su sensible fallecimiento.
Los tres hijos que Vargas Llosa tuvo con Patricia Llosa recibieron a los familiares y amigos que llegaron a la vivienda. “El Perú ha perdido a uno de sus mejores hombres y nosotros a un ser infinitamente querido, a quien vamos a echar de menos, pero nos queda el consuelo de no solamente extraordinario padre que fue, sino del hermoso legado que le ha dejado al Perú y al mundo”, expresó Álvaro, el mayor, quien estuvo acompañado de sus hermanos Morgana y Gonzalo.
“Queremos agradecer infinitamente las muestras de afecto que nos están llegando de amigos, conocidos y anónimos que querían y admiraban a mi padre por diversas razones y han encontrado la forma de hacernos llegar su afecto y condolencias”, señaló Álvaro. El primogénito de Vargas Llosa agregó: “Mi padre era una persona universal, de manera que es natural que haya fuera de las fronteras del Perú, congoja y tristeza por lo ocurrido, pero nunca pensamos que tomaría las proporciones que ha tomado, de manera que expresamos una infinita conmoción por lo que estamos recibiendo”.
Durante el día, muchas personas dejaron flores en las afueras de la vivienda del autor de “Conversación en la catedral”, su obra maestra, o “La guerra del fin del mundo” y “La fiesta del chivo”.
En horas de la tarde, el cuerpo de Mario Vargas Llosa fue trasladado al Centro Funerario y Crematorio del Ejército de Chorrillos, donde fue incinerado.
Álvaro y Gonzalo portaban dos urnas, una más grande que otra, mientras que su madre y esposa del literato, Patricia Llosa, los esperaba acongojada en el exterior de las instalaciones.
GANÓ MUCHOS PREMIOS A LO LARGO DE SU CARRERA
A lo largo de su carrera literaria, Mario Vargas Llosa fue galardonado con muchos premios. Entre ellos destacan: Biblioteca Breve (en 1962, por su novela La ciudad y los perros), Rómulo Gallegos (en 1967, por su novela La casa verde), Príncipe de Asturias de las Letras (1986), Planeta (en 1993, por su novela Lituma en los Andes), Cervantes (1994) y Nobel de Literatura (2010).