EspecialesLo último

“Tener más de 40 partidos inscritos es un suicidio”

Abogado penalista Luis Lamas Puccio afirma que las próximas elecciones generales van a ser un acontecimiento histórico turbio

  • Según Luis Lamas Puccio, los partidos políticos han sido dejados a su libre albedrío, pues nadie los controla ni fiscaliza. “Los partidos, desgraciadamente, al margen de algunas excepciones, son el peor ejemplo para la democracia en el país”, sentenció.

POR: CARLOS RIVERO MELGAR

El penalista Luis Lamas Puccio, en entrevista con nuestro canal digital La Noticia Perú, cuestionó la labor que vienen realizado los partidos políticos pues, a su juicio, no vienen realizando docencia democrática. En tal sentido, señaló que son el peor ejemplo para la democracia en el país y advierte unas elecciones caóticas ante el gran número de agrupaciones inscritas.

En estos días se abrió investigación preliminar contra los partidos Fuerza Popular y País Para Todos, por presunta conducta antidemocrática. Esto, según algunos, es parte de la judicialización de la política, ¿también lo ve así?

Esa es una percepción que siempre ha venido jugando de manera paralela con la corrupción política, porque un medio de defensa de la corrupción política es decir que “se está judicializando la política y porque yo soy político me persiguen”. Al margen de la coyuntura y el apasionamiento, porque estamos a puertas de un proceso electoral, es fácilmente comprensible que hay mucha sensibilidad por lo que pueda pasar más adelante y por lo que ha pasado en los últimos meses respecto a un golpe de Estado considerando que el marco legal electoral está totalmente fraccionado. La Fiscalía está haciendo lo que la ley dice, eso está establecido en la ley de partidos políticos y, además, al margen del apasionamiento yo creo que es una docencia democrática, porque así se les está haciendo ver a los partidos, que, dicho sea de paso, en nuestro país son una correa de transmisión de la corrupción, que no se puede utilizar la partidocracia con fines de enriquecimiento, de corrupción, de abuso de poder; y los partidos políticos, si bien es cierto son la base de la democracia, en el sentido utópico sabemos perfectamente que hay muchos políticos sin escrúpulos que se han hecho millonarios con la política y utilizan la política para empoderarse, para salir impunes de los delitos. Los partidos políticos deben hacer docencia democrática con su imagen y comportamiento y no estar involucrados en casos de corrupción.

Usted menciona que la razón de ser los partidos es hacer docencia democrática, ¿considera que la mayoría de ellos han perdido esta razón de ser?

Considero categóricamente que así es y la han perdido porque son los mismos grupos de poder enquistados dentro del poder los que han ido desmereciendo cualquier mecanismo legal que pueda atentar contra ellos, entre otros, la última modificación que se ha hecho al Código Penal para excluir a los partidos políticos la aplicación de sanciones administrativas como si fueran un espacio que nadie puede tocar ni nadie puede objetar porque están ahí los demócratas. Los partidos políticos han sido dejados a su libre albedrío, nadie los controla, nadie los fiscaliza. Los partidos, como las personas, tienen que rendir cuentas y tienen que dar el ejemplo de la democracia en el país. Por eso estamos como estamos, porque los partidos, desgraciadamente, al margen de algunas excepciones, porque no todos son iguales, son el peor ejemplo para la democracia en el país.

Después de esta radiografía que ha hecho de los partidos políticos, ¿qué esperamos de ellos en estas elecciones?

Cualquier sujeto, sin reunir razones éticas o profesionales, dada la poca exigencia en términos cuantitativos, puede formar un partido político, plantear futuros parlamentarios o futuros presidentes, y por eso es que la democracia en el país está como está, por eso es que en estas elecciones hay más de 40 partidos políticos; eso es una locura, es un suicidio contra la democracia, en ningún país mínimamente civilizado podría permitirse, y acá todos los órganos constitucionales y electorales no dicen absolutamente nada. No tengo la menor duda de que estas elecciones van a ser un acontecimiento histórico particularmente turbio que está siendo utilizado en muchos casos por apetencias totalitarias que le sacan crédito al fraccionamiento del escenario electoral para capitalizar el voto porque, como sabemos perfectamente, en el Perú no se vota por convicción, se vota por oposición, y eso es peligrosísimo porque cualquier aventurero puede terminar siendo presidente en el Perú.

Se cayó el juicio oral en el caso “Cócteles”, esto ha sido calificado como un fracaso por un sector. ¿Cree que el fiscal José Domingo Pérez debe ser aparatado de la investigación?

Una cosa es que se aparte a Domingo Pérez del proceso y otra cosa es el proceso en sí. Todavía no está finiquitado el tema, dependerá de la habilidad, destreza y capacidad de la Fiscalía para reformular la acusación porque son delitos graves que no han prescrito, si la Fiscalía subsana estas omisiones, desde el punto de vista de la consistencia de la tipicidad de los elementos de convicción va a poder superar esta falencia. Pero, claro, Domingo Pérez ya no sería el fiscal competente porque, de acuerdo a su comportamiento y a una serie de cuestionamientos, no reuniría las condiciones profesionales mínimas necesarias para poder continuar en el proceso y tendría que ser otro fiscal parte de ese equipo. Pero, tanto en el caso Domingo como en el hipotético caso que sea otro fiscal, tiene que reunir estas exigencias en materia de profesional técnicas de litigación oral, porque desgraciadamente estas investigaciones han tenido más que todo un sesgo político.

DICE QUE EXISTE UNA ESTRATEGIA DE IMPUNIDAD

 Para Luis Lamas Puccio existe un contexto bastante voluminoso de corrupción empresarial y la estrategia no es tanto luchar contra la corrupción, pues el verdadero problema es la impunidad.

“Sería una impunidad legalizada a través de leyes, como ha sido el caso de la modificación de la ley de colaboración eficaz para incorporar a las personas jurídicas o el caso de haber ampliado el plazo de la investigación hasta 36 meses, y esto, evidentemente, ha ido dilatando procesos, aunado a otras circunstancias como parecería una actitud omisiva por parte de fiscales o jueces que buscan cualquier resquicio para ir postergando los juicios y estos juicios por corrupción duran 10 o 15 años”, apuntó.

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba