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“Corrupción y pobreza elevan la delincuencia”

Psicóloga Daisy Soto Mory sostiene que ola de violencia en nuestro país está causando casos de ansiedad y depresión

  • La psicóloga Daisy Soto Mory sostiene que el Perú, debido a la falta de control, impunidad, alta corrupción y con una economía que, como por arte de magia, se mantiene, atrae a los delincuentes extranjeros como la miel a las moscas.

POR: HILMER GASCO SAAVEDRA

La corrupción y la pobreza incrementan la ferocidad de la delincuencia en nuestro país, sostiene la psicóloga Daisy Soto Mory, del Departamento de Promoción de Salud Mental del Hospital Hermilio Valdizán. En una entrevista con La Noticia, analiza cómo la actual ola de violencia afecta la salud mental de la población.

¿Cómo está afectando la ola de violencia que estamos viviendo en la salud mental de las personas?

El impacto es directo. De tal manera que en estos últimos años se ha visto un incremento significativo en los casos de ansiedad, depresión, consumo de drogas. La conducta delictiva, lo que estamos viendo, todo el sicariato, extorsión, violaciones, asesinatos, es consecuencia de algo. No es que esto genere problemas mentales, sino que ya ciertas personas tienen problemas mentales y esas alteraciones que esta gente tiene que, de hecho, no es una enfermedad que la haga inimputable, también es consecuencia de la sociedad misma, porque la conducta delincuencial se determina en un contexto social.

¿Qué factores contribuyen al incremento de la conducta delincuencial?

Hay factores que determinan y esos factores son factores biológicos, incluso hay teorías que hablaban de factores genéticos, pero, sin duda, hay un componente social que genera el brote de esta conducta delincuencial, porque la gente delincuente tiene mucha cólera, mucho odio, mucho resentimiento contenido. Y casi todas las teorías o enfoques psicológicos o análisis del comportamiento humano tienen un punto de coincidencia: de que la conducta delincuencial tiene un factor común, y ese factor común es la falta de oportunidades. En un país con mucha corrupción como es nuestro país, con tantas carencias, el incremento de la conducta delincuencial se va a hacer notar cada vez más.

La corrupción es uno de los factores…

Sin duda. Porque la corrupción está institucionalizada en los espacios públicos y privados y resta posibilidades a los nuevos seres en camino de tener un espacio sano para desarrollarse como ciudadanos de bien. Nadie nace delincuente. En una sociedad con tantos problemas como la nuestra, donde la corrupción impera y quita posibilidades, la delincuencia germina de la forma más feroz.

Actualmente, vemos más violencia entre menores de edad. Adolescentes de 14 y 15 años son contratados como sicarios.

La conducta delincuencial hay que mirarla en tres escenarios. El primer escenario es preventivo. ¿Qué puedo hacer para que la gente no se convierta en un delincuente? El segundo escenario, ¿qué hacemos con los ya delincuentes? Y el tercer escenario, ¿cómo reinsertamos a estos delincuentes que de alguna manera ya se hayan decidido corregirse, controlar su conducta delincuencial? Si la sociedad no funciona con estas tres miradas, el desborde es evidente. Esta juventud está siendo víctima de la captación de los expertos, porque al proteger al niño y al adolescente lo han convertido como inimputables. Entonces, los delincuentes adultos, los avezados, captan a esta población joven para delinquir a través de ellos y entrenarlos cuanto más temprano mejor. La conducta delincuencial, al igual que cualquier otra conducta, es entrenada.

¿Cómo ha influido el ingreso de extranjeros en el aumento de la violencia?

El Perú es un escenario clave, cumple con todo el perfil propicio para delinquir. Es un atractivo mundial para los delincuentes. No hay control, hay impunidad, alta corrupción y medianamente la economía, por arte y magia, se mantiene. Entonces estamos llamando a los delincuentes como la miel a la mosca. Cuando esto comience a cambiar, ellos comenzarán a migrar. Se han ablandado todas las normas de control para el migrante. Entonces, es un escenario encantador. Y eso no depende del ciudadano, sino de políticas públicas de alto nivel, de control en todos los escenarios, no solo de la familia, de las escuelas, sino también de nuestro límite territorial, de cómo no ser invadidos por más delincuentes. Y eso no significa tener rechazo al extranjero, sino tener buen juicio de proteger a tu población.

“MILES DE NIÑOS TIENEN PADRES QUE LOS DESTRUYEN”

¿Qué papel debe jugar la familia para alejar a los jóvenes de este peligro?

El Estado debería tener un rol protector para la familia. Si miramos los 40 últimos años y hacemos una revisión de todas las leyes que han salido, desde el año 80 hasta ahora, y cuáles de estas han sido de impacto para proteger a la familia, no encontramos ninguna. Por otro lado, la pobreza agobiante en más de un tercio de la población. Es la realidad de miles de niños que no tienen padres que los ayudan, sino que los destruyen.

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