La crisis de Pep Guardiola no tiene fin. Cuando parecía que el Manchester City se quedaba con la victoria en el clásico de la Premier League, Manchester United le dio ayer la vuelta cerca del final del encuentro y venció 2-1 en el Etihad Stadium.
Con esta caída, los dirigidos por Pep acumulan ocho derrotas en los últimos 11 partidos, entre todas las competencias. El partido arrancó con Josko Gvardiol adelantando a los Citizens con un gol de cabeza a los 36’. Sin embargo, los Reds no se quedaron atrás y empataron el marcador a los 42’ del complemento con un penal convertido por Bruno Fernandes.
En la zona técnica, el Pep clavó sus manos en la cabeza sin poder creer la situación de gol del rival.
Tres minutos después llegó el tanto de la victoria cuando Amad Diallo anotó el 2-1 tras una jugada individual impresionante.
Incrédulo, Guardiola se sentó en el banco de suplentes y allí se tomó la cara con sus dos manos, lamentándose por una nueva derrota de su equipo que no puede encontrar el rumbo.
