“Cambiar al Gobierno sería una locura total”
Expresidente del TC, Ernesto Álvarez, sostiene que la izquierda quiere vacar a Dina Boluarte para que no se desmonte el aparato que dejó Vizcarra

- Ernesto Álvarez señala que nadie piensa que la presidenta deba pedir autorización o avisar al titular del Congreso cada vez que se acuesta o cada vez que toma una siesta larga. Según él, el tiempo de una rinoplastia es el mismo.
POR: CARLOS RIVERO MELGAR
El expresidente del Tribunal Constitucional (TC), Ernesto Álvarez, afirma que detrás de la posibilidad de una moción de vacancia contra la presidenta Dina Boluarte por la cirugía a la que se sometió, está un sector de la izquierda que busca un adelanto de elecciones para que no se puedan aprobar reformas políticas y evitar que se desmonte el aparato que armó Martín Vizcarra.
Se ha desatado un debate por la operación de la presidenta Dina Boluarte y se dice que se incurrió en un vacío de poder, en una infracción constitucional y ya se habla de presentar una moción de vacancia. ¿Cuál es su postura?
Una cosa es la infracción constitucional y otra es la causal de vacancia por incapacidad moral permanente. La infracción constitucional constituye el acto de transgredir un mandato expreso de la Constitución; por ejemplo, no convocar a elecciones en el momento adecuado, impedir que se reúna el Congreso, traicionar a la patria, esas tres causales están contenidas en el artículo 117 de la Constitución. ¿Cuál es la otra ventana de emergencia que tiene la Constitución? La vacancia presidencial por incapacidad moral permanente. Y es allí donde reúnen firmas para la moción. Pero, ¿cuál sería la causal en este caso? Es el haberse practicado la rinoplastia, que implica una intervención quirúrgica menor, porque es anestesia local con sedación, lo que implica una intervención aproximadamente de una hora y dos o tres horas de recuperación en una cama clínica. Ahora bien, esto equivale básicamente a una siesta larga o al periodo de sueño nocturno. Y nadie piens que la presidenta deba pedir autorización o avisar al presidente del Congreso cada vez que se acuesta o cada vez que toma una siesta larga. Creo que hay una exageración con todo lo que involucra a Dina Boluarte. Son temas que pueden lindar con un despropósito, con una negligencia, una falta de comunicación, pero que constituye una causal de vacancia como las dos empresas que recibían dinero de PPK o los negociados del presidente regional de Moquegua en ese momento, o el golpe de Estado de Castillo y las coimas del local de Sarratea, comparados con esas situaciones, lo de Dina Boluarte es trivial e infantil, una cosa que incluso podría provocar risa por la falta de comunicación, precisamente.
Se menciona que debió avisar al Congreso como cuando tiene que salir del país…
No es así, el avisar y solicitar autorización para ir al extranjero es un mandato constitucional, por ejemplo, si no lo hiciera o si visita una ciudad no contemplada en la autorización expresa del Congreso, allí sí cometería una infracción constitucional, pero en ninguna parte de la Constitución se señala que debe pedir permiso si va a tener tres o cuatro horas de sueño o de sueño profundo. El Tribunal Constitucional ha habilitado recientemente la posibilidad de ejercer el despacho presidencial mediante teletrabajo, ya sea en el extranjero, cuando viaja Dina Boluarte, o ya sea con su laptop en su cama, mientras duró la recuperación de la operación. Eso no puede ser ni causal de vacancia ni infracción constitucional. El problema de fondo es que esos sectores de centroizquierda lo que quieren es adelantar las elecciones y lo que quieren es que caiga Dina Boluarte y que asuma el presidente del Congreso, teniendo que convocar a elecciones antes de abril o mayo del 2025.
¿Y cuál es el cálculo ahí?
Si Boluarte fuese vacada antes de abril o mayo, no habría convocado a elecciones y, por tanto, habría un nuevo Congreso por un año y un nuevo presidente. Esa izquierda lo que quiere es otro Sagasti, otro Vizcarra, otro presidente temporal. Y el Perú lo que menos necesita es inestabilidad. Cambiar de gobierno, cambiar de Congreso, cuando el próximo año empieza la campaña presidencial para el 2026, sería una locura.
Cuando asume Dina Boluarte, ella pide el adelanto de elecciones, pero no procedió en el Congreso, sin embargo, desde el mismo Parlamento se pide la vacancia…
El problema es, como siempre, interese políticos de un grupo, hay un grupo al que le vendría muy bien las elecciones ahora mismo, hay otro grupo que desea tener más tiempo, terminar la reforma política, desmontar el aparato que hizo Vizcarra, desde la reelección parlamentaria y una serie de modificaciones que tienen que ser ratificadas en segunda legislatura en marzo. Por ejemplo, el hecho de que quien preside el JNE no necesariamente sea el juez supremo designado por la sala plena de la Corte Suprema, sino que entre ellos elijan el presidente como es en el Tribunal Constitucional. Hay una serie de reformas constitucionales que tienen que ser ratificadas en segunda votación en marzo, por eso la desesperación de vacar a Dina Boluarte.
O sea, el objetivo no es Boluarte, el objetivo son esos proyectos que para ese sector no deberían aprobarse en una segunda votación…
Exactamente, hay un tema de trasfondo. Y la gente común dice: ¿Dina Boluarte lo está haciendo bien o mal? Lo está haciendo mal porque es la vicepresidente de Castillo. ¿Qué más esperábamos? ¿Si la mitad del Perú no votó por ella, precisamente, porque era la opción de extrema izquierda? Lo que ahora sucede es que todos queremos que se concreten las reformas constitucionales, la reforma política en marzo y en abril o en mayo Dina Boluarte esté convocando a elecciones generales. Y lo que el gobierno debe hacer es tratar de evitar la menor cantidad de errores posibles y tratar de, por lo menos, ver la seguridad ciudadana, nada más se le puede pedir.
AFIRMA QUE EN LAS ELECCIONES DEL 2026 SE FORMARÁN ALIANZAS
El constitucionalista Ernesto Álvarez señala que en los próximos comicios del 2026 se deberá formar alianzas, ante la numerosa cantidad de partidos inscritos en el JNE, que apuntan a ser más de 60. “Va a ser muy desordenado. Se presume que tiene que haber alianzas electorales por el mismo hecho de que, habiendo dos vacantes para la segunda vuelta, implica que quienes no se unan a partidos afines están destinados a desaparecer y a no colocar a ningún parlamentario. Ahora es necesario el 5 % de los votos válidos y sacar parlamentarios en más de dos distritos electorales para poder colocar a un congresista o una bancada”, acotó.