¿Sabías que viajar retrasa el envejecimiento?
Un estudio reciente de la Universidad Edith Cowan, en Australia, ha revelado que los viajes pueden tener un impacto directo en el envejecimiento, pues ayudan a retrasar el deterioro mental y físico. Los investigadores destacan que actividades como la interacción social, la estimulación mental y la actividad física, inherentes a los viajes, son factores claves para mantener una vida saludable. La esteticista Melissa Barrenechea, directora general de Miramed Esthetic y Clínica Barrenechea, explica a continuación que los viajes no solo son una forma de recreación, sino también una herramienta para promover la longevidad y mejorar la salud general.
¿Cómo los viajes ayudan a frenar el envejecimiento?
Según el mencionado estudio, el simple hecho de viajar promueve un entorno que favorece la salud mental y física. Al exponerse a nuevos paisajes, el cerebro se ve obligado a adaptarse, lo que mejora su plasticidad y fortalece la memoria. Además, el contacto con la naturaleza y otras personas reduce los niveles de estrés y promueve el bienestar emocional. Los investigadores también subrayan el valor de la actividad física en el proceso de viajar, ya que el desplazamiento, las caminatas y otras actividades físicas al aire libre mejoran la condición cardiovascular y mental, ambos factores fundamentales para envejecer de manera saludable.
Beneficios cognitivos y emocionales de los viajes:
Otro aspecto importante del estudio es la relación entre los viajes y el crecimiento neuronal. Explorar nuevos destinos estimula el cerebro, lo que podría ayudar a prevenir el deterioro cognitivo. Las experiencias positivas, como interactuar con otras personas o aprender sobre diferentes culturas, activan áreas del cerebro responsables de la memoria y el aprendizaje. Hu señala que la exposición a nuevas experiencias mejora la capacidad cognitiva, lo que contribuye a un envejecimiento saludable.
Además, los viajes también influyen en el bienestar emocional. Las personas que se sumergen en culturas diferentes y desconocidas tienden a sentirse más felices y menos estresadas. Estos estados emocionales positivos, como la felicidad y el asombro, tienen un impacto directo en la longevidad al reducir los niveles de estrés, un factor conocido por acelerar el envejecimiento.