Opinión

1965 – Aeropuerto Jorge Chávez – 2025

Por: Víctor Andrés García Belaunde

En 1960 cuando se construyó la pista de aterrizaje para lo que se llamó el aeropuerto internacional de Lima y Callao, funcionaba paralelamente el antiguo terminal de Limatambo para no paralizar tanto la salida como llegada de los vuelos Para el funcionamiento del nuevo aeropuerto se cerró el antiguo terminal y no hubo movimiento aéreo por 12 horas, conllevando a la inoperancia por la falta de funcionamiento de los servicios o por el nulo conocimiento de las instalaciones.

Para construir las instalaciones del aeropuerto internacional “Jorge Chávez” el gobierno de aquel entonces hizo lo más simple, convocar a un concurso y que el mejor equipo lleve adelante la culminación de las obras. Todo esto significó un esfuerzo de once meses, inaugurándose nuestro primer terminal aéreo el 30 de diciembre de 1965, sin ningún contratiempo y sin OSITRAN.

En el año 2001 se concesiona el aeropuerto Jorge Chávez y después de 20 años recién se construye un nuevo terminal aéreo, pretendiendo muchas veces la empresa concesionaria cambiar las condiciones iniciales; su inauguración fue esperanzadora y hoy su funcionamiento es accidentado y problemático.

En 1965 ante la inauguración del nuevo aeropuerto, el empresariado y diversas instituciones del país felicitan las modernas instalaciones del “Jorge Chávez”, todas estas son publicadas en grandes avisos en los diarios de Lima, lo que configura una muestra de respaldo y compromiso con el gobierno.

En 2025 para inducir al público sobre la modernidad y la importancia de las nuevas instalaciones construidas por el concesionario Lima Airport Partners ha contado únicamente con la decidida propaganda del mismo Estado inclusive un programa cultural de RTP le dedicó un segmento para demostrar la calidad de las nuevas y modernas instalaciones que no funcionan; y el muy obsequioso ministro de transportes de apellido Sandoval dijo que: “El nuevo aeropuerto es gracias al liderazgo de Dina Boluarte”; declaraciones que prueban porque estamos tan mal.

Al inaugurarse el aeropuerto en 1965 el Perú tenía uno de los 5 mejores terminales aéreos del mundo, hecho con tecnología, diseño y trabajadores del país, y con los últimos adelantos en seguridad, confort y funciones para este tipo de servicios.

En 2025 la concesionaria Lima Airport Partners ha hecho entrega de un almacén convertido en aeropuerto, siendo los cómplices de este engaño el ministerio de Transportes y Ositran. Antes de construir el nuevo aeropuerto LAP pidió usar el viejo terminal y ampliarlo con instalaciones nuevas; la trampa era no cumplir con lo acordado en edificar un gran terminal que reciba 40 millones de usuarios al año, y hacer solo una infraestructura que recibiese 20 millones y ampliarlo de acuerdo con el tráfico aéreo.

El gobierno rechazó la propuesta, y se construyó el nuevo terminal con la idea de usar las instalaciones antiguas para el transporte aéreo nacional, ya sea para carga, vuelos charters y otros usos para fomento del turismo interno.

Nuestro primer terminal aéreo no se ha concesionado para construir un Mall, mientras que LAP se niega a pagar el 46% que debería obtener CORPAC de los servicios que no son aeroportuarios, lo cual nos indica la existencia de una adenda que amplía a LAP los ingresos de su concesión prefiriendo tener más tiendas y negocios antes de brindar un mejor servicio a los pasajeros.

Por todo esto creemos que la designada presidente del consejo directivo de Ositran debería retornar a su exitosa trayectoria de abogada en asuntos de violencia familiar o escribir sobre perspectiva de género en el derecho civil comparado, ya que equivoca su función porque debería defender al Estado y no parece que lo hiciera.

(*) Abogado y excongresista.

 * La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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