Opinión

Países hermanos y solidarios

Por: Martín Valdivia Rodríguez

“Pero señoras y señores (se ven las caras) en medio del plástico / También se ven las caras de esperanza / Se ven las caras orgullosas / Que trabajan por una Latinoamérica unida (Se ven las caras) y por un mañana de esperanza y de libertad (…)”, dice “Plástico”, la emblemática canción en ritmo de salsa que impuso Rubén Blades allá por el año 1978.

Ese mensaje se reafirma ahora que Perú y otros países de la región tuvieron una nueva muestra de solidaridad y hermandad con el pueblo ecuatoriano, que sufre por un gigantesco incendio forestal.

El Gobierno peruano, a través del Ministerio de Defensa y en coordinación con el Ministerio de Relaciones Exteriores, ordenó el despliegue de aeronaves modelos C-27J Spartan y helicópteros Mi-27 de la FAP para ayudar a sofocar los incendios en Valdivia, Santa Rosa, El Limón, El Sauce, La Libertad y Naranjito, en el cantón de Quilanga, provincia de Loja. Colombia también les está dando una mano a los hermanos ecuatorianos.

Nuestro país siempre ha sido solidario. Lo fue con Bolivia, que 1789 le declaró la guerra a Chile y después Perú sacó cara por el país altiplánico y se compró el pleito. Sin embargo, Bolivia se retiró y dejó a Perú peleando solo contra Chile.

Otra muestra de hermandad dio el Perú en 1982, cuando apoyó a Argentina en la guerra de las Malvinas con 10 aviones cazabombarderos supersónicos Mirage M-5P, que volaron el cielo con escarapela albiceleste. Este episodio los argentinos siempre lo recuerdan y le agradecen al Perú, país al que le tienen un especial aprecio.

Pero la bondad es recíproca. El Perú también ha recibido muestras de solidaridad de países vecinos y también de otros que están a miles de kilómetros de distancia. La mayor muestra se dio tras el terremoto de 1970, que dejó en ruinas varios pueblos de Áncash y causó un aluvión que desapareció la ciudad de Yungay, con el saldo de más 70,000 muertos, 20,000 desaparecidos,157,000 heridos y 186,000 damnificados.

Estados Unidos envió el portaaviones USS Guam, así como 16 helicópteros. La entonces Unión Soviética, 5 aviones Antonov con ayuda y una de las naves se hundió y desapareció camino al Perú en el Atlántico Norte. Cuba mandó equipos de médicos y la sangre de 150,000 cubanos para los heridos, a los que se suma la construcción de 6 hospitales. Alemania apoyó con personal de campaña y 500 iglús para cobijar a quienes habían quedado sin techo. Es larga la lista de países solidarios con el Perú.

En definitiva, se trata de gestos que, como dice la canción de Rubén Blades, nos hacen abrigar “un mañana de esperanza”. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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