Opinión

Análisis del proyecto de ley sobre estructura organizacional de la PNP

Por: César Ortiz Anderson

En primer lugar, la denominación de este proyecto de ley al señalarlo como “fortalecimiento” de la PNP es una falacia, porque este tipo de medidas ya fue aplicado sin éxito; puesto que esta no es la causa de la problemática institucional policial.

Eso es atribuir falsamente al origen de la situación de crisis que sufrimos una falsa causa. Más bien, este hecho se produce por diferentes razones, que son las siguientes:

– Un proceso de unificación policial efectuado con criterios políticos y basados en la intención de animadversión y venganza contra sus perseguidores por actos violentistas del aprismo en la década de 1950, sin existir, por lo tanto, criterios técnicos profesionales que la sustenten.

– Desconocimiento y extinción de un aspecto que es fundamental en la compleja labor policial para enfrentar con éxito la delincuencia; es decir, las especialidades funcionales.

– La carencia actual de una estrategia orientada a identificar y utilizar los indicadores adecuados para una real medición de la productividad funcional a nivel individual y corporativa dentro de la PNP.

– La excesiva manipulación e injerencia política gubernamental que afecta la mística, la historia, la institucionalidad, la doctrina, la ética y, por ende, el desarrollo de la Policía Nacional del Perú, lo que exacerba actos de corrupción en la administración pública y la sociedad en general.

Continuando con el análisis sobre este proyecto de ley que generará afectación al orden y sistema democrático encubriendo las reales causas de la problemática, señalamo lo siguiente:

– Se dice que esta norma constituye una medida temporal para, de manera masiva, pasar de la situación de actividad a la de retiro al personal PNP, cuando la califica de ser una medida excepcional -que es un argumento siempre utilizado cuando políticamente se pretende adoptar este tipo de absurdas decisiones gubernamentales- contra el personal policial, aparejando y alegando la necesidad de convertir a la organización policial en una figura geométrica de forma “piramidal” como un sustento, que no es la primera vez que lo hacen; sino que es propio de gobiernos que reiteradamente han fracasado en la lucha contra la inseguridad, que lo hacen con la PNP por ser vulnerable y no con otras instituciones castrenses con similares características organizacionales.

– En esta vez, a diferencia de otras gestiones de gobiernos, los involucrados en esta medida no serán tan sólo como antes, únicamente en el nivel de oficiales generales y superiores, sino que abarcarán otras jerarquías y grados tanto de armas como de servicios, lo que es una afrenta al proyecto de vida del personal policial y sus familiares, cuando se afirma que para esta medida no se tomará en cuenta los años de servicios en la carrera ni en el grado; en este sentido, ¿cuál será el incentivo para las futuras generaciones de jóvenes con vocación policial en nuestro país para postular y enrolarse a la PNP para servir a la Patria con semejante inestabilidad que los puede dejar de un momento a otro en la insolvencia?

– Hay que recordar el uso como estribillo por parte de otras administraciones gubernamentales, que buscando esconder sus limitaciones para dirigir al país frente a la existencia de graves problemas, anuncian esta medida como única y excepcional pretendiendo confundir a la opinión pública, como si esta medida resolvería esta problemática, lo que es una falsa hipótesis que no puede ocultar la carencia de una estrategia efectiva del Estado.

(*) Presidente de Aprosec

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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